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El Abbas Tahri Joutey Hassani
El exalcalde de Mantes-La-Jolie, Sidi El Haimer, ha sido condenado, esta semana, en apelación a dos años de prisión, de los cuales un año es de cumplimiento efectivo.
Este ferviente partidario del Polisario ha sido declarado culpable por los jueces del Tribunal de Apelación de Versalles en el marco de un caso de extorsión.
Una figura destacada del Polisario en la región parisina, concretamente en el departamento de Yvelines, acaba de ser condenado a dos años de prisión, de los cuales uno es de cumplimiento efectivo.
«Gran decepción para el exalcalde de Mantes-la-Jolie (Yvelines) Sidi El Haimer. El exdirigente acaba de ser condenado por los jueces del Tribunal de Apelación de Versalles a una pena de dos años de prisión, de los cuales uno es de cumplimiento efectivo, por soborno de testigos en el marco del caso del mercado de Val-Fourré. La pena de prisión se cumplirá en su domicilio con el uso de un brazalete electrónico, según el acta de la sentencia. Además, se ha pronunciado contra él una pena complementaria de inhabilitación de cinco años», informa Le Parisien.
Este exalcalde interino de Mantes-La-Jolie, de enero a mayo de 2022, tras la dimisión de Raphaël Cognet, fue imputado en marzo de 2021 y puesto bajo control judicial por «soborno de testigo», en el marco de este caso del mercado de Val-Fourré.
Este hijo de un tesorero del Polisario fue sospechoso de haber tenido un comportamiento «inapropiado» y de haber proferido «amenazas para incitar a las personas que se quejaban de extorsión a retirar su denuncia», según Maryvonne Caillibotte, fiscal de la República de Versalles. En total, se calcula que se extorsionaron no menos de 2 millones de euros a los comerciantes durante casi 10 años.
Cabe destacar que este individuo también está siendo objeto de una denuncia ante la justicia que fue presentada en enero de 2023 por la asociación anticorrupción Anticor 78.
En efecto, la víspera de dejar su puesto interino, hizo aprobar una serie de decisiones municipales.
Entre ellas, al menos dos son cuestionadas en la denuncia de Anticor por ser susceptibles de constituir un conflicto de intereses.
La primera se refiere a un convenio de ocupación gratuita de un local municipal, en el barrio de Gassicourt, para la asociación Ifep —inserción, formación, educación, prevención— de la que es director.
La segunda se refiere a un contrato de arrendamiento profesional en beneficio de una empresa de consultoría, dirigida por su cuñado.
Esta condena de Sidi El Haimer no hace más que poner de manifiesto una realidad poco sorprendente para quienes conocen las prácticas del Polisario y sus afiliados: las artimañas y los abusos parecen ser una constante en sus actuaciones.