Rue20 Español/ Tifruin
En el corazón de las majestuosas montañas del Atlas, una casa de huéspedes y un refugio turístico anidan, como dos perlas en sus joyeros, en medio de una exuberante plantación, como para dar testimonio de su resistencia ante el violento terremoto que sacudió la región hace casi un año.
«Aylal», el pájaro en amazigh, estuvo a punto de derrumbarse tras ser gravemente sacudido por el terremoto del 8 de septiembre de 2023», cuenta Latifa Lamzoughi, la propietaria de la casa de huéspedes.
«En medio de cada dificultad, hay una oportunidad» explica Latifa en tono filosófico, apoyando sus palabras con una sonrisa que refleja una férrea voluntad de transformar las ruinas y los escombros en una sólida base sobre la que reconstruir.
Y con razón. Latifa, una mujer de carácter fuerte, nunca se ha rendido, nunca ha cedido ante las dificultades. Con el alma firme inmediatamente se puso manos a la obra, fijándose el objetivo de retomar su negocio y volver a poner en pie «Aylal».
Mientras tanto, las trágicas escenas de la noche del terremoto son sólo un lejano recuerdo para ella. «La casa de huéspedes Aylal no ha dejado de ganar notoriedad desde entonces», continúa, expresando su determinación de ampliar este proyecto de ensueño y convertirlo en un importante destino turístico en los próximos años.
«Ofrecemos a los turistas varias actividades, incluido el parapente. Es una invitación a todos los que visitan Al Hauz a sentir la libertad y el deseo de explorar la grandeza y diversidad de las montañas del Atlas”, añade.
Rachida Kissabi, propietaria del refugio turístico «El Muflón», encaramado en el corazón de los montes Uirgan, relata con el mismo brío otra historia de valor, coraje y perseverancia. Es cierto que su refugio quedó completamente destruido, pero no sus sueños.
«Yo misma reconstruí y restauré todo. El sueño nunca muere si seguimos creyendo en él», dice, con una mirada de determinación y voluntad intacta.
«Las montañas de Uirgan me han enseñado mucho sobre la pasión y la paciencia. Eso es lo que quiero transmitir a todos los que visiten El Muflón», prosigue con voz segura.
Explica que su establecimiento ofrece a los turistas una serie de actividades, como paseos por la montaña, «que les permiten explorar la fascinante naturaleza y los impresionantes paisajes de la región».
En su opinión, estas excursiones permiten a los visitantes interactuar positivamente con el entorno y disfrutar de una experiencia turística única.
Más que hazañas individuales, las historias de Latifa y Rachida son algo más que historias de éxito en cuanto a la promoción del ecoturismo en la provincia de Al Hauz, sino también una lección de esperanza, resistencia y dedicación.
Como tales, sus historias representan dos ejemplos vivos de éxito y resiliencia, y atestiguan, por si hiciera falta alguna prueba, la capacidad de las mujeres marroquíes, incluso en las circunstancias más difíciles, para superar los retos y construir un futuro mejor para sí mismas y para la sociedad que las rodea.
