RUE 20 ESPAÑOL / MALAGA
La reciente visita del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a países clave del Sahel como Mauritania, Gambia y Senegal, subraya un enfoque renovado en la política exterior de España hacia África Occidental. Este acercamiento no solo fortalece las relaciones bilaterales con estos países, sino que también revela cómo Marruecos desempeña un papel crucial al abrir las puertas a España hacia los países del Sahel, facilitando así un acceso estratégico al Atlántico.
Marruecos, con su ubicación geográfica privilegiada y su relación histórica con España, se posiciona como un puente natural entre Europa y África. Al facilitar el acceso de España a los países del Sahel, Marruecos no solo refuerza su propia influencia en la región atlántica africana, sino que también se convierte en un actor clave que impulsa la conexión de España con un área de importancia geoestratégica. Esta iniciativa marroquí permite a España ampliar su alcance en la región del Sahel, proporcionando una ruta directa hacia el Atlántico, lo que es vital para el comercio, la seguridad y la cooperación económica.
La dimensión atlántica es fundamental para la política exterior de Marruecos. El Atlántico es un espacio de gran relevancia geoestratégica que agrupa economías desarrolladas y emergentes, ricas en recursos naturales y con rutas marítimas esenciales para el comercio global. A través de su colaboración con España, Marruecos facilita un acceso más profundo a estos recursos y oportunidades, al tiempo que promueve la estabilidad y el desarrollo en el Sahel, una región que es crucial para la seguridad y el bienestar de toda la cuenca atlántica.
Este rol de Marruecos como puente entre Europa y África adquiere una relevancia aún mayor cuando se considera el contexto de los desafíos globales actuales, como la competencia geopolítica y la necesidad de diversificar las rutas comerciales. Al abrir el acceso al Sahel para España, Marruecos no solo está ampliando su propia influencia en el Atlántico, sino que también está fortaleciendo su posición como un socio esencial en la creación de una nueva arquitectura de cooperación Sur-Sur y Norte-Sur. Esta estrategia no solo refuerza las relaciones bilaterales, sino que también posiciona a Marruecos como un nodo clave en las dinámicas comerciales y de seguridad que definirán el futuro de la región atlántica.
Además, esta apertura estratégica hacia el Atlántico a través del Sahel permite a Marruecos y España abordar de manera conjunta los desafíos de seguridad que afectan a la región, como el terrorismo y la migración irregular. La cooperación en estos ámbitos no solo es beneficiosa para la estabilidad de ambos países, sino que también contribuye a la seguridad y el desarrollo de toda la región atlántica africana. Este enfoque integral, que combina la diplomacia, la seguridad y el desarrollo económico, destaca el papel de Marruecos como un actor indispensable en la construcción de un espacio atlántico más seguro y próspero, donde la colaboración con España se convierte en un pilar fundamental para alcanzar estos objetivos.