Rue20 Español/Tánger
Entrevistada por Rue20 Español
En Rue20 Español, siempre estamos buscando voces que aporten perspectivas únicas sobre la rica interacción cultural entre Marruecos y España. Hoy, tenemos el gran placer de hablar con Maribel Méndez*, bibliotecaria de la Biblioteca Juan Goytisolo en Tánger. Maribel, con su dedicación y pasión, ha sido una pieza clave en la promoción de la cultura española en Marruecos, creando un puente cultural que sigue fortaleciéndose con el tiempo.
A través de su trabajo, la biblioteca no solo se ha convertido en un refugio para los amantes de la literatura, sino también en un punto de encuentro para el diálogo cultural y literario entre nuestros dos países. Su labor ha tenido un impacto profundo en la comunidad, y estamos emocionados de aprender más sobre sus experiencias y visiones para el futuro.
—¡Hola, Maribel! Qué alegría poder charlar contigo. Esperamos que hayas tenido un verano fantástico y que la vuelta al trabajo no haya sido demasiado dura. ¿Cómo te ha ido en estos primeros días después de las vacaciones?
El placer es mío por poder charlar con vosotros. Las vacaciones muy bien, aunque siempre se hacen cortas. En todo caso, con energías renovadas después del descanso y ya pensando en las actividades del próximo trimestre que será movido. Para empezar, estamos haciendo todas las tareas necesarias para implementar el autopréstamo próximamente.
—Nos alegra escucharlo. Cuéntanos, ¿qué es lo que más disfrutas de tu trabajo en la Biblioteca Juan Goytisolo? ¿Hay algún momento especial que te haya marcado durante tu trayectoria allí?
De lo que más disfruto es de difundir la colección y atender a los lectores. Lo importante de una biblioteca es que se conozca y sea útil para lectores, estudiantes, investigadores y público en general. Una biblioteca sin uso no sirve para nada.
Respecto al momento más especial, sin duda fue la primera vez que pude ver lo que contenían los depósitos de la biblioteca. Las salas de lectura tienen una parte mínima de la colección que es de acceso libre, pero en los depósitos se encuentran varios tesoros patrimoniales imprescindibles para conocer el Tánger internacional, el Protectorado español en Marruecos, la comunidad judía en Marruecos y otros muchos temas.
—La biblioteca es sin duda un punto de encuentro cultural muy importante. ¿Qué iniciativas destacarías como las más exitosas en la promoción de la cultura española en Marruecos? ¿Algún evento o proyecto que te haya llenado de orgullo recientemente?
Para empezar, quiero decir que el Instituto Cervantes de Tánger está compuesto por todo un equipo. Yo me encargo de la biblioteca que programa algunas actividades culturales de extensión bibliotecaria, pero la coordinación cultural depende de dirección y mi compañera de cultura. Muchas de estas actividades culturales se hacen en cooperación con la Embajada de España en Marruecos, otras instituciones locales o españolas, o en colaboración con otros Institutos Cervantes del país. Yo no soy más que una pieza de todo este engranaje.
En cuanto a destacar un evento o proyecto y limitándome a los de biblioteca, destacaría una ruta literaria que celebramos en Tánger a partir de la obra Al Sur de Tánger, de Gonzalo Fernández Parrilla. Resultó muy emocionante porque fue un éxito de público, y, además, porque colaboramos muchas instituciones: se coorganizó con la biblioteca Vicente Aleixandre de Tetuán, prestó los libros la Fundación Tres Culturas de Sevilla, contamos con la colaboración del teatro Riad Sultan de Tánger que nos prestó sus instalaciones, y también participaron los traductores de la obra al árabe, la profesora Sanae Chairi; al francés, la escritora Anne Bourrel; y el traductor gibraltareño David Álvarez. Me emocionó ver que tanta gente se sumara y participara desde diferentes puntos del mapa.
—Hablando de intercambio cultural, ¿cómo crees que la cultura marroquí ha influido en la literatura y el arte españoles? ¿Tienes ejemplos de obras o autores que reflejen esta rica influencia?
En el caso de Tánger es evidente, son muchos los escritores, traductores y artistas que se criaron en la ciudad y que posteriormente se han convertido en grandes personalidades. El ejemplo que más me conmueve es José Luis Sampedro, él mismo dijo en varias ocasiones que haberse criado en Tánger supuso para él una apertura mental que no hubiera tenido en España. Además suponía crecer entre diferentes lenguas y culturas, razón por la que también algunos buenos traductores han nacido aquí, por ejemplo la traductora Malika Embarek o Ramón Buenaventura.
También hay que señalar a otros escritores que nacieron en otros lugares de Marruecos como Sergio Barce, Miguel Ángel Moreta-Lara, María Jesús Alvarado o María Sangüesa, cuya infancia marroquí siempre está presente en sus obras de una forma u otra. En muchos de ellos aparece Marruecos como un paraíso perdido.
—Nos interesa mucho conocer tu perspectiva sobre los jóvenes escritores marroquíes que están escribiendo en español, tanto aquí en Marruecos como en España. ¿Cómo ves su evolución y el impacto que están teniendo en el panorama literario de ambos países?
Lo sabremos en un futuro, pero creo que hay nombres prometedores, algunos son fruto de la diáspora, pero otros viven en Marruecos. Además de escritores ya consagrados y con merecidos premios como Najat El Hachmi o Mohamed El Morabet, hay una generación más joven que viene pisando fuerte, tanto en narrativa como en poesía, como Youssef El Maimouni, Karima Ziali, Ahmed Balghzal, Farah Jerari, Rachid Boussad, Meryem El Mehdati… Y muchos más, que me disculpen los que no he nombrado.
Creo que actualmente podemos destacar la transculturalidad que hay en ellos, ya no son solo marroquíes o solo españoles, sino identidades múltiples más complejas que beben de diferentes culturas.
—Es maravilloso ver cómo la literatura sirve como puente entre culturas. ¿Qué tipo de apoyo ofrece la biblioteca a estos escritores emergentes? ¿Organizáis talleres, encuentros literarios o algún otro tipo de actividad para impulsar su trabajo?
Siempre tenemos en mente a los marroquíes que escriben en alguna de las lenguas de España. Adquirimos sus libros, los difundimos, y cuando resulta viable, organizamos presentaciones de libro u otras actividades. Por ejemplo, organizamos este año un club de lectura con Youssef el Maimouni, a partir de su novela Cuando los montes caminen, incluyendo una ruta por Tetuán que nos permitió entender mejor el reclutamiento de marroquíes en las tropas franquistas, durante la Guerra Civil española,
Imagino que organizar y coordinar todas estas actividades conlleva sus retos. ¿Cuáles dirías que son los mayores desafíos a los que te enfrentas en tu misión de fortalecer los lazos culturales entre Marruecos y España?
Repito que no estoy sola, somos todo un equipo detrás y yo solo me ocupo de las actividades de extensión bibliotecaria. Por suerte, yo llevo ya casi quince años en Marruecos (12 años en Fez y casi 3 en Tánger), y ya conozco a un gran número de hispanistas, arabistas, escritores, traductores, editores, etc. En mi caso, las redes sociales me han ayudado mucho para ampliar contactos, pero a veces es difícil ganar la confianza para colaborar de alguna institución o personalidad.
—A pesar de los desafíos, seguro que también hay muchos proyectos emocionantes en el horizonte. ¿Podrías contarnos sobre alguna iniciativa futura que te tenga especialmente entusiasmada?
Precisamente el 26 de septiembre celebraremos una actividad que me tiene entusiasmada: la presentación del primer libro que ha escrito en lengua española el escritor Driss Bouissef-Rekab Luque. Como sabrás este escritor es de expresión francesa, pero de madre española, y por primera vez ha escrito un libro en español precisamente porque está dedicado a su madre: Paquita en tierra de moros.
Se presentará en ocasión del Día Europeo de las Lenguas y es un ejemplo perfecto para ver la relación de las lenguas con su dimensión emocional.
—Para ir cerrando, después de todos estos años dedicados a la promoción cultural, ¿qué lecciones has aprendido y cómo ha evolucionado tu visión sobre el papel de la cultura y la literatura en la conexión entre nuestras sociedades?
Si te soy sincera, creo que las nuevas generaciones consumen otro tipo de cultura y la literatura cada vez llega a menos gente. Me da miedo que las sociedades se radicalicen, no hemos de olvidar el papel que juegan algunas redes sociales en la política. Últimamente parece que la reflexión y el espíritu crítico se están perdiendo, y en eso la lectura puede hacer mucho. La literatura puede acabar con prejuicios, dar miradas más reflexivas, y en definitiva, ver que todos somos iguales en el fondo. Por eso es tan importante el fomento de la lectura e intentar llegar a todos los públicos.
—Maribel, ha sido un verdadero placer tenerte con nosotros en esta entrevista. Te agradecemos muchísimo por tomarte el tiempo para compartir tus experiencias y reflexiones con nuestros lectores. Sin duda, nos has aportado una visión valiosa sobre el intercambio cultural entre Marruecos y España.
Esperamos poder repetir esta experiencia en el futuro, quizás con una segunda entrevista para hablar de nuevos proyectos o iniciativas que estés organizando. Mientras tanto, te deseamos todo el éxito en tu labor.
Un abrazo fuerte de todo el equipo de Rue20 español, y hasta la próxima.
Muchas gracias a vosotros, es todo un placer conversar con vosotros. Y más en un medio que se comunica en español y conociendo personalmente a algunos de los colaboradores. De hecho, a algunos de ellos los conocí en Fez cuando aún estudiaban en la Universidad y me encanta que actualmente sean hispanistas activos, buenos lectores e incluso algunos escriban.
*Maribel Méndez es la bibliotecaria de la Biblioteca Juan Goytisolo en Tánger.