Rue20 Español/FEZ
Ismail El Khouaja
Naturgy afirma no tener problema para revertir el flujo del Gasoducto Magreb-Europa (GME) hacia Marruecos.
«Es posible vender gas a Marruecos por el gasoducto del Magreb, pero no depende de nosotros, es una decisión de España», afirmó la empresa (El Español).
Técnicamente revertir gas a la inversa, es decir, de España a Marruecos, es posible porque su creación en 1996 se estableció con este sistema de reversibilidad, sin embargo, políticamente parece ser imposible dada la posición débil del gobierno de Pedro Sánchez para con el régimen militar argelino.
Los generales de Argelia lo han sacrificado todo para romper a Marruecos en dos y tener así una puerta al Atlántico. El Polisario es nada más que un medio para llegar a este fin. Por lo cual, después de todo esto, sería impensable que los generales permitieran a España dejar pasar gas argelino a Marruecos.
Su quehacer de emitar a Rusia en su política exterior en cuanto a presionar a la Unión Europea por cuestiones políticas le ha salido mal a los generales.
La política exterior necesita a hombres expertos en diplomacia y en cosechar aliados en vez de enemigos. Por desgracia, las maniobras hostiles de los generales contra su vecino Marruecos solo han llevado a Argelia a la deriva.
Después de la última resolución del Consejo de Seguridad, en la que 13 del total de 15 países miembros de la ONU apoyaron la iniciativa marroquí en el Sáhara, Argelia vive un aislamiento infernal a nivel internacional.
España sigue sin tomar cartas en el asunto ni afirmar que puede revertir gas a Marruecos por el GME.
El gobierno socialista ha cosechado varios fracasos por no saber cómo tratar con el Marruecos de hoy. Estos fracasos han venido de maravilla a la derecha que está ganando votos gracias a Marruecos.
El Caso Ghali y las consecuencias diplomáticas y económicas que trajo y ahora el cierre del GME en plena temporada de frío y ante una disparada subida de gas debido a la crisis energética que vive el mundo de hoy, han sacudido a la Moncloa. Y esto refleja una vez más cómo influye Marruecos en la política exterior de España.
¿Se atreverá España a afrontar las incomprensibles decisiones de los generales? Eso ya lo veremos.