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Los Juegos Olímpicos de París 2024 se preparan para concluir este domingo con una ceremonia de clausura que promete ser grandiosa en el Stade de France, marcada por la entrega del relevo a Los Ángeles, ciudad anfitriona de los próximos Juegos de Verano en 2028.
Luego de una ceremonia de apertura organizada de manera inédita fuera de un estadio, con el memorable desfile sobre el Sena, la noche de clausura se presenta más tradicional, aunque con «bellas sorpresas», según prometen los organizadores, quienes ya se felicitan por el éxito de Francia en garantizar unos Juegos «populares, alegres, comprometidos y audaces».
Programada de 21:00 a 23:30, la ceremonia olímpica incluirá todos los momentos imprescindibles, entre espectáculo y episodios protocolares, desde el desfile de los atletas hasta la entrega de medallas, pasando por el agradecimiento a los voluntarios.
La dimensión del espectáculo estará asegurada con un gran show artístico, creado por el director de escena Thomas Jolly y su equipo, quienes ya estuvieron a cargo de la ceremonia de apertura que maravilló al mundo entero, aunque no escapó a las críticas.
En el mismo espíritu, el creador francés asegura querer «celebrar esta humanidad compartida que vibra cada día» desde el inicio de los Juegos el 26 de julio, reuniendo en un broche final a un centenar de acróbatas, artistas, bailarines y circenses en un espectáculo llamado Records.
«Este espectáculo ofrecerá un viaje inmersivo en el tiempo: desde los orígenes de los Juegos hasta un mundo distópico que hay que reinventar», precisan los organizadores, quienes citan entre «las numerosas sorpresas» previstas, la presencia de grupos franceses de culto como Phoenix o Air.
Para el director de las ceremonias, Thierry Reboul, la apertura «es más la imaginación de un país que se presenta»; mientras que una clausura «es un recordatorio de los valores del olimpismo en general (…) el compartir, la universalidad, pero también la fragilidad del mundo».
«Hemos querido tomar altura, hasta el espacio, y nuestra historia es la de un viajero interestelar que llega al estadio y va a descubrir los vestigios de los Juegos Olímpicos. Los va a reanimar, como Pierre de Coubertin, quien a finales del siglo XIX quiso reanimar los Juegos Olímpicos antiguos», detalló el guionista Damien Gabriac ante la prensa.
La ceremonia concluirá con la entrega de la bandera olímpica entre Anne Hidalgo y Karen Bass, alcaldesas de París y Los Ángeles, respectivamente, que será la próxima ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Se espera que el famoso actor estadounidense Tom Cruise, «aficionado a las acrobacias en las calles parisinas», simbolice esta transmisión que sin duda constituirá el punto culminante de la noche de clausura, antes de la extinción del pebetero y la llama olímpica.
Majestuosa en el corazón de París, la llama que iluminaba cada noche, desde la apertura de los Juegos Olímpicos de Verano, el cielo de la capital francesa, permanecerá en el famoso jardín de las Tullerías, antes de ser reencendida con el inicio de los Juegos Paralímpicos el 28 de agosto.
Fuera de lo común, el gigantesco anillo de fuego coronado por un globo monumental fascinó tanto que los responsables de la ciudad y del gobierno francés contemplan la posibilidad de conservar esta llama emblemática de los Juegos Olímpicos de París 2024 para convertirla en uno de los símbolos de la capital.
Desde el día siguiente a la ceremonia de apertura, en la que la Llama Olímpica se elevó por primera vez en la historia de los Juegos para brillar sin combustible en el cielo parisino, el Jardín de las Tullerías fue invadido por decenas de miles de visitantes de todas partes para admirar esta magnífica obra, instalada cerca del gran río Sena, en línea con el museo del Louvre y su Pirámide, el obelisco de la Concordia y los Campos Elíseos dominados por el Arco del Triunfo.
