Rue20 Español/ Rabat
En medio de preparativos intensos y un ambiente de alta expectación, Marruecos está apostando por a ser el anfitrión de la final del Mundial de Fútbol 2030. Mientras tanto, España enfrenta serios problemas internos que ponen en riesgo la celebración de la final en el Santiago Bernabéu, según ha reportado el diario deportivo español Bernabeudigital.com.
Con seis años por delante antes del evento, Marruecos ha demostrado un avance significativo en la preparación del torneo. Marruecos ha manifestado un fuerte interés en que la final se celebre en el Gran Estadio Hassan II de Casablanca, un gesto que no solo consolidaría la capacidad organizativa de Marruecos, sino que también elevaría su prestigio internacional.
España, a pesar de ser el país con más partidos y sedes del Mundial 2030, enfrenta una situación delicada. Los numerosos asuntos extradeportivos han debilitado su posición, y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no ha logrado resolver los conflictos internos que afectan la organización.
La incertidumbre sobre la final del Mundial es palpable y se espera que no se resuelva hasta 2027, apenas tres años antes del evento. Sin embargo, la falta de resolución en los problemas internos de la RFEF sigue siendo un obstáculo significativo.
La determinación de Marruecos de albergar la final del Mundial 2030 en Casablanca refleja no solo su capacidad organizativa, sino también su ambición y visión de futuro. Con un enfoque claro y el liderazgo de SM el Rey mohamed VI, Marruecos está preparado para superar cualquier desafío y demostrar al mundo su potencial como anfitrión de eventos deportivos de gran envergadura.
En este contexto, es esencial que los actores internacionales reconozcan y apoyen los esfuerzos marroquíes. La celebración de la final en Casablanca no solo sería un hito para Marruecos, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos entre los países organizadores y promover la cooperación regional. La final del Mundial 2030 en Casablanca representaría un logro histórico para Marruecos y una prueba del éxito de su estrategia de desarrollo y cooperación internacional.
