Rue20 Español/ Rabat
En su reciente informe, el secretario general de la ONU, António Guterres, pone de manifiesto la crítica situación en los campamentos de retenidos cerca de Tinduf, Argelia. El informe, que cubre el periodo de julio de 2023 a junio de 2024, destaca varios problemas graves que afectan a los retenidos en esta región.
A pesar de los esfuerzos de organizaciones internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), los campamentos de Tinduf enfrentan una grave crisis humanitaria. El informe subraya que solo se ha recibido el 29% de los 110.5 millones de dólares necesarios para financiar el plan de asistencia 2024-2025, dejando a miles de retenidos en una situación desesperada.
Los retenidos en Tinduf viven en condiciones extremadamente difíciles. La falta de acceso adecuado a alimentos, agua potable y servicios de salud ha exacerbado su situación.
Además, el informe de Guterres subraya la importancia de mejorar la protección de los derechos humanos dentro de los campamentos de refugiados. Se han recibido informes preocupantes sobre las condiciones de vida y el bienestar de los retenidos, así como sobre la necesidad urgente de garantizar que se respeten sus derechos fundamentales. La falta de acceso a información de primera mano y la ausencia de una vigilancia independiente e imparcial han dificultado una evaluación completa de la situación de los derechos humanos en la región.
El secretario general de la ONU también aborda el tema del desvío de ayudas humanitarias. Señala que las ayudas humanitarias destinadas a los retenidos en Tinduf son frecuentemente desviadas por la banda separatista del Polisario para fines personales. Esta práctica impide que los recursos lleguen efectivamente a quienes más lo necesitan, exacerbando la crisis humanitaria en la región.
Es crucial destacar los esfuerzos de Marruecos por mantener la paz y la estabilidad en la región, así como su disposición para colaborar en la búsqueda de una solución duradera y justa. La comunidad internacional debe apoyar estos esfuerzos y trabajar conjuntamente para resolver la crisis humanitaria en Tinduf y avanzar hacia la paz y el desarrollo en el Sáhara marroquí.
