Rue20 Español/ Asunción
Ignacio Martinez*
América Latina es hoy centro de la atención mundial por lo que pasa en Venezuela. La discusión se concentra en la legitimidad de los resultados de las presidenciales. Siento que además de dicho despropósito, hay una causa radicada en la ausencia de reformas políticas, la falta de consolidación de las instituciones y la urgencia por afianzar la gestión pública privada a favor de la gente.
Hago tal introducción para referirme al discurso del Rey Mohammed VI con motivo del 25º aniversario del acceso del Soberano al Trono. Una lectura racional hará ver que habló de los logros a favor de la población, pero en medio de los hechos positivos no eludió prioridades y urgencias que todavia deben hacerse en pro de la calidad de vida. Es decir, basó su alocusión en la acción política e institucional en pro de los marroquies.
El Rey Mohammed VI destacó las realizaciones, además encaró los proyectos vigentes en lo económico, se ocupó de los planes de desarrollo, priorizando en la agenda programas sociales en favor de la cohesión social. El liderazgo, en pocas palabras, es la búsqueda permanente de posibilidades de acceso de los ciudadanos a los servicios básicos.
Otro punto que debe generar todo líder es la confianza, y el esfuerzo sincero por mantener y crear esperanza. Tales enunciados son cruciales para evitar la depresión social. Lo peor para toda sociedad es que la población pierda la autoestima y no crea en absoluto en la función pública. Algo o muchísimo de eso, vemos actualmente en Venezuela. Es por eso el éxodo masivo de venezolanos por naciones de Latinoamérica y por buena parte del mundo.
Otra característica del discurso del Rey fue la asunción plena en que los retos y desafíos requieren «mayores esfuerzos y vigilancia, así como soluciones novedosas y una gobernanza en la gestión». Pretender esquivar la responsabilidad por lo que falta por hacerse o lo que debe hacerse es miopía política, y como secuelas devaluan las instituciones y representa un cero interés hacia la ciudadanía.
El Rey profundizó el desafío que representa el problema del agua, a causa de la sequía, el impacto del cambio climático y el incremento natural de la demanda. Sin embargo, fue honesto en asumir la realidad orientando directivas a las autoridades competentes a adoptar todas las medidas urgentes y novedosas para evitar cualquier carencia de agua. Igualmente, a nivel internacional, mencionó la imperiosa necesidad del cese de la guerra en Gaza para «instaurar una paz justa y permanente en la región».
En resumen, el Rey Mohammed VI, de manera sencilla y clara, ratificó su liderazgo remarcando la gestión pública y el fortalecimiento institucional, que son percibidas, en la medida que existan atención y respuesta a la calidad de vida de la población. Valga como ejemplo su visión desde el Trono para apuntar, en contraste, las carencias que hoy afectan a nuestra golpeada Venezuela Latinoamérica, que actualmente, lastimosamente por lo negativo, está como noticia en el ojo del mundo.
*Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos Amigos de Marruecos (APLAM).