Rue20 Español/ Rabat
En una reciente declaración, Bjørn Berge, secretario general adjunto del Consejo de Europa, destacó a Marruecos como un «actor clave» en la promoción de los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho en el sur del Mediterráneo. Estas palabras, pronunciadas durante la celebración del 25º aniversario de la entronización de Su Majestad el Rey Mohamed VI, subrayan el papel fundamental que Marruecos ha jugado en la región bajo su liderazgo.
Berge señaló que Marruecos, al adherirse a las convenciones más importantes del Consejo de Europa, se ha convertido en un socio privilegiado para la organización. Este compromiso se ha traducido en una serie de reformas profundas y ambiciosas que abarcan los ámbitos económico, político y social, beneficiando directamente al pueblo marroquí.
La transformación de Marruecos en las últimas dos décadas es notable. Bajo la guía de SM el Rey Mohammed VI, el país ha emprendido un camino de modernización que abarca desde la economía hasta la justicia social. Las reformas en la economía han atraído inversiones extranjeras, creando empleo y fomentando el desarrollo sostenible. En el ámbito político, la adopción de nuevas leyes y la mejora de las instituciones democráticas han fortalecido la gobernanza y el Estado de derecho. Socialmente, Marruecos ha visto un avance significativo en los derechos de las mujeres y la inclusión social.
Este año, la celebración de la Fiesta del Trono coincide con el 10º aniversario del acuerdo de sede para la apertura de la oficina del Consejo de Europa en Rabat. Este hito simboliza una década de cooperación sólida entre Marruecos y el Consejo de Europa en la promoción de los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho.
Berge destacó con satisfacción la colaboración en áreas clave como la independencia del poder judicial, la promoción de los derechos de las mujeres y el fortalecimiento de la sociedad civil. Estas iniciativas no solo han mejorado la calidad de vida en Marruecos, sino que también han servido como modelo para otros países de la región.
Las declaraciones de Bjørn Berge reflejan el reconocimiento internacional del progreso de Marruecos en la última década. Bajo el liderazgo visionario de SM el Rey Mohamed VI, Marruecos ha emergido como un faro de derechos humanos, democracia y Estado de derecho en el sur del Mediterráneo. Este compromiso continuo no solo beneficia al pueblo marroquí, sino que también inspira a otros países a seguir un camino similar de progreso y modernización.