Rue20 Español/Rabat
Argelia se encuentra sumida en una encrucijada política alarmante, según un reciente artículo publicado en el diario español El País. Abdelmayid Tebún, a punto de cumplir 80 años, ha decidido postularse nuevamente para la presidencia, a pesar de haber prometido que su mandato sería solo de transición. Este incumplimiento ha generado una fuerte reacción de la oposición, que acusa al régimen de organizar elecciones “antidemocráticas”.
El régimen de Tebún, caracterizado por su firme respaldo militar y su control sobre los medios de comunicación, se enfrenta a un rechazo creciente. La oposición, liderada por figuras como Athmán Mazuz y Luisa Hanún, ha decidido boicotear las elecciones, denunciando la falta de condiciones justas y democráticas para llevar a cabo unos comicios libres. La represión y el control mediático han sido constantes, silenciando las voces disidentes y restringiendo la libertad de expresión.
La abogada Zubida Assul, conocida por su defensa de los detenidos en las protestas del Hirak, sigue en la contienda electoral, ofreciendo una esperanza tenue para aquellos que buscan un cambio desde el centroizquierda. Sin embargo, la realidad es que el régimen ha consolidado su poder, llevando a muchos a cuestionar la legitimidad del proceso electoral.
Según el mismo diario, la situación de Argelia pone de manifiesto el fracaso de las promesas de reformas y la perpetuación de un sistema autoritario. La participación en las elecciones anteriores fue la más baja en la historia del país, reflejando el descontento y la desilusión de la población. La represión de las protestas y la encarcelación de opositores son testimonio del control férreo que ejerce el régimen sobre el país.
Mientras tanto, el aparato militar sigue fortaleciéndose. Tebún ha permitido que los militares ocupen puestos clave en la administración civil, un movimiento que muchos ven como un paso hacia la militarización del Estado. Esta decisión subraya la dependencia del régimen en el respaldo militar para mantenerse en el poder.
La reelección de Tebún, lejos de ser un paso hacia la democracia, representa la consolidación de un régimen autoritario que ha fallado en responder a las demandas de cambio del pueblo argelino. La oposición, aunque dividida, continúa su lucha por una Argelia más justa y democrática. Sin embargo, la sombra del régimen militar y la represión constante hacen que el camino hacia la libertad y la justicia sea cada vez más difícil de transitar.
Las próximas elecciones en Argelia son un reflejo de la crisis política y democrática que vive el país. La lucha por el cambio continúa, pero con un régimen que se aferra al poder a toda costa, el futuro de Argelia sigue siendo incierto.