Rue20 Español/ Rabat
Walid El Moumen
Avance, desarrollo, prosperidad y progreso son términos que describen perfectamente la evolución de Marruecos bajo el liderazgo de Su Majestad el Rey Mohamed VI.
Un reciente análisis del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada destaca los logros económicos alcanzados por Marruecos desde la entronización del Rey Mohamed VI. El estudio subraya que, desde 1999, el país ha mantenido un crecimiento constante del PIB de al menos un 4% anual, reflejando una notable estabilidad y desarrollo económico.
Este crecimiento ha resultado en un cambio drástico a nivel de infraestructura, presenciando una verdadera revolución, especialmente en lo que respecta a la logística. Entre los hitos más destacados se encuentran el establecimiento de la línea ferroviaria de alta velocidad entre Tánger y Casablanca, la expansión de autopistas y la construcción de nuevos aeropuertos. Estas mejoras han potenciado significativamente la conectividad y el desarrollo económico del país.
El instituto también arrojó luz sobre el desempleo juvenil, un reto significativo que se considera una preocupación central para las políticas del gobierno. En ese sentido, es importante mencionar las zonas francas en Kenitra y Tánger, que han contribuido de manera significativa a reducir su tasa. Estas zonas económicas especiales han creado numerosas oportunidades laborales para los jóvenes, impulsando así la economía y mejorando las perspectivas de futuro para las nuevas generaciones.
Marruecos ha aprovechado sus ventajas estratégicas para atraer inversión y desarrollarse económica y socialmente. «El Rey Mohamed VI ha supuesto un importante revulsivo transformador en Marruecos», asegura el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.
Es verdad que el Reino está experimentando una mayor apertura comercial y una visión de desarrollo industrial claves. No obstante, priorizar el eje atlántico Tánger-Casablanca sigue planteando desafíos para el país que se encuentra en una etapa transitoria; de un país en crecimiento a otro avanzado. Esta transición implica no solo mantener el ritmo de crecimiento, sino también consolidar las reformas y continuar atrayendo inversiones que fomenten un desarrollo sostenible e inclusivo.
De hecho, las señales de un país avanzado ya están emergiendo. Con el Mundial de 2030, ciudades como Fez y Marrakech se integrarán en el eje de desarrollo, lo que podría aliviar la situación en el interior del país y proporcionar un impulso significativo hacia un Marruecos próspero.
Esta incorporación no sólo mejorará la infraestructura y la conectividad en estas ciudades, sino que también distribuirá de manera más equitativa los beneficios del desarrollo económico, promoviendo un crecimiento más inclusivo y sostenible en todo el país.
El análisis reconoció los esfuerzos de Su Majestad el Rey, destacando que ha promovido una política de apertura económica destinada a mejorar la calidad y el rendimiento de los servicios, así como la formación y las oportunidades de empleo.
Todo esto tiene como objetivo construir una economía fuerte y competitiva, mejorando al mismo tiempo la eficiencia institucional.
El Instituto resaltó también que las reformas en sectores como la educación, la sanidad, la agricultura, la inversión y el sistema tributario siempre están presentes en la agenda de este Marruecos ideal, al que el pueblo marroquí aspira a alcanzar. Estos sectores son áreas de enfoque prioritario, y la inversión extranjera es vista como crucial para su desarrollo.
En lo relacionado con la justicia social y espacial, el análisis corroboró que la pobreza y la precariedad siguen siendo problemas, aunque afectan a una minoría. «Se busca construir un Marruecos de esperanza e igualdad, eliminando disparidades y actitudes rentistas», opinó el Instituto.
En cuanto a las políticas sociales, se destacó que la mejora de la jubilación y la cobertura médica son demandas sociales importantes. Estas mejoras son esenciales para garantizar una vida digna a todos los ciudadanos y asegurar un desarrollo inclusivo y equitativo en el país.
«El desarrollo económico y la colaboración público-privada fortalecerán la monarquía y las capacidades públicas», concluyó el Instituto.
El análisis del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada pone de manifiesto el impacto positivo de las reformas impulsadas por Su Majestad el Rey Mohamed VI en Marruecos.
A través de una política de apertura económica y un enfoque en el desarrollo inclusivo, el país está en el camino de convertirse en una economía avanzada y próspera. Con la continua inversión en infraestructura, educación y políticas sociales, Marruecos no solo está construyendo un futuro mejor para sus ciudadanos, sino que también está consolidando su posición como líder en la región.