Rue20 Español/ Arcila
Walid El Moumen
Las olas del océano se escuchan de todos los rincones de la ciudad. Sus muros reflejan la genialidad patrimonial que se extiende siglos atrás. Esa es Arcila, la ciudad marroquí que convivió con varias civilizaciones y diversas dinastías, desde la época fenicia y cartaginesa, hasta la era colonial, y el Marruecos independiente.
Fruto de esta convivencia de diferentes pueblos y dinastías, la ciudad norteña de Arcila se ha convertido en una referencia para la humanidad, por su carácter pacífico y fraterno que transmite a sus visitantes más seguridad y paz.
Asimismo, Arcila es un ejemplo vivo de un calmante natural para alejarse temporalmente de las sobrecargas de la vida diaria y darse vuelta atrás hacia el pasado de manera que si el uno está fuera de los muros del casco antiguo, puede pensar que la ciudad sigue bajo el protectorado español (1912-1956).
Hoteles, residencias y restaurantes que todavía mantienen nombres y estilos españoles. Entre los más destacados se puede mencionar: Casa la Place, Casa García y el Océano Casa Pepe, que se considera uno de los mejores restaurantes de la ciudad, el más famoso y el antiguo de Arcila, ya que su fecha de fundación data a 1914, dos años después de que la ciudad cayese en manos de las tropas coloniales españoles.
En este restaurante, el visitante puede gozar de una experiencia inolvidable, comer con vista a «Arcila Medina», probar la cocina hispano-marroquí, en medio de un ambiente tranquilo y una decoración moderna, que mezcla lo típico de la ciudad (Océano-España-Marruecos).
Por otro lado, una cosa que afirma la interculturalidad de Arcila es La Iglesia de San Bartolomé que aún sigue de pie; un legado cristiano español, en medio de las mezquitas que representan el carácter islámico de la ciudad. Otro símbolo de la tolerancia del pueblo marroquí.
La iglesia fue construida en 1927 por el arquitecto Francisco Serra, en la ciudad nueva, su calle principal es la avenida Mohammed V que vincula la ciudad con Tánger.
Lejos del patrimonio español, destaca la huella portuguesa, mediante sus murallas construidas por Alfonso V en el siglo XV.
La medina de Arcila es como todas las medinas marroquíes, contiene varias puertas, cada una tiene su historia propia, «las más importantes son Bab Homar o puerta Tierra, abierta bajo una torre, repleta por armas que datan a la época portuguesa, y Bab Kasba que se caracteriza por sus jardines, ubicada frente al cementerio musulmán, también llamada la torre cuadrada y domina toda la ciudad.
Para los amantes de las figuras históricas, en Arcila pueden encontrar lo que quieran. Por ejemplo, el Sultán Ahmed El Mansur Saadí, quien reconquistó la ciudad tras la Batalla de los Tres Reyes, está enterrado allí.
Cabe destacar que Arcila fue una colonia de varias civilizaciones, empezando por los fenicios que la denominan Zilil o Zilis, los griegos y los cartagineses, después llegó la época romana denominándola Colonia Augusti Iulia constania Zilil, luego los árabes que mantuvieron el nombre de Asila (Arcila) que sigue vivo hasta el momento.
La ciudad fue conquistada y reconquistada varias veces, fue batida a favor de los portugueses, reconquistada por el sultanato saadí, ocupada por los españoles, tomada por el Sultán Mulay Ismail, bombardeada por la armada española, recuperada por el Raisuni, luego formó parte del protectorado español en Marruecos, y por fin, una ciudad marroquí independiente desde 1956 hasta la actualidad.