Rue20 Español/ Fez 01/07/2024
Walid El Moumen
En la actualidad política española, no hay tema más relevante que el rechazo del Tribunal Supremo a amnistiar a Carles Puigdemont, el líder de Junts que aún ambiciona ser president de la Generalitat en Cataluña, pese a la orden de detención que todavía está en vigor.
Comencemos con La Vanguardia, que ha titulado que el Supremo deja fuera de la amnistía el delito de malversación por el ‘procés’. Con esta frase, el periódico catalán señala que Puigdemont no será beneficiado por la ley de amnistía, que fue aprobada por el Gobierno el mes pasado.
En El Mundo, subrayaron que el Alto Tribunal considera que la Ley de Amnistía no cubre el desvío de fondos públicos cometido en el ‘procés’.
Por este motivo, «el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha declarado este lunes no amnistiado el delito de malversación de caudales públicos que se le atribuye al expresidente catalán Carles Puigdemont», escribió El Mundo en su introducción.
Con esta decisión, según lo indicado en un subtítulo de El País, «El tribunal confirma también las medidas cautelares contra Comín y Puig y la inhabilitación de otros líderes independentistas como Junqueras, Romeva, Bassa y Turull.»
A raíz de esto, el secretario general de Junts ha considerado, hoy lunes durante una rueda de prensa, que se trata de “una decisión claramente política que vulnera las normas más elementales de la democracia”.
En cuanto a ERC, El País recogió que los republicanos creen que la medida de gracia “se acabará aplicando” pese a la decisión judicial.
En su directo que cubre este hito, se cita que la portavoz de ERC, Raquel Sans, ha señalado que reciben la decisión judicial “sin ninguna sorpresa” pero augura que la norma “se tendrá que acabar aplicando” pese a los pasos que decidan los jueces.
En lo que respecta al PP, Cuca Gamarra, el número dos del partido, comentó la decisión del TS, zanjando que «El Estado de Derecho es más fuerte que el Gobierno y nadie puede pervertirlo.»
Por el contrario, «El PSOE discrepa con el TS y le acusa de hacer consideraciones políticas sorprendentes e innecesarias», subtitula El Mundo.