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Un número creciente de empresas españolas están cambiando el destino de su producción hacia Marruecos debido a ventajas como la proximidad geográfica y menores costes laborales.
«Más de 360 compañías españolas han trasladado su producción a Marruecos huyendo de las políticas impuestas por la Unión Europea», según datos del Instituto Español de Comercio Exterior [ICEX].
Dentro de este grupo, alrededor del 10% corresponde a empresas del sector agroalimentario, como Ebro Foods, elaborador de productos como arroz, pasta y conservas, y Borges, dedicada a la exportación de frutos secos.
«Hay cada vez más empresas españolas que están manifestando interés por invertir o abrir filiales en el país magrebí», afirmó una fuente empresarial española en Marruecos consultada por EFE.
La deslocalización de la producción es una tendencia que también siguen grandes multinacionales españolas como Inditex, la cual posee filiales en Marruecos que le permiten «dar una respuesta rápida a la demanda y adaptarse a nuevos estándares», según declaraciones de la propia empresa textil a EFE.
Con este movimiento empresarial, Marruecos consolida su posición como país líder para la inversión extranjera en el norte de África; gracias a factores como su cercanía geográfica a España y el acceso preferencial al mercado europeo mediante acuerdos comerciales.
