Rue20 Español/Mequinez
En un movimiento que refuerza los lazos económicos y la cooperación entre Marruecos y España, el Gobierno español ha aumentado significativamente las importaciones de subproductos alimentarios procedentes del país norteafricano; esta decisión estratégica no sólo beneficia a ambas naciones, sino que también promueve prácticas sostenibles y una economía circular más robusta
Las importaciones españolas de residuos de la industria alimentaria marroquí, como harinas, polvos y pellets, han experimentado un crecimiento exponencial durante la era del presidente Pedro Sánchez, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo español.
En 2019, España importó 5,4 millones de kilos de estos subproductos, mientras que en 2023, esa cifra se ha quintuplicado hasta alcanzar los 29,5 millones de kilos
Este aumento sustancial no sólo se refleja en la cantidad, sino también en el valor económico.
España ha invertido más de 43 millones de euros en estas importaciones durante el último año, lo que representa un incremento del 746% en comparación con los 5 millones de euros gastados en 2019.
Esta creciente colaboración entre Marruecos y España en el ámbito de los subproductos alimentarios ofrece beneficios mutuos y promueve prácticas sostenibles.
Por un lado, Marruecos ha experimentado un notable desarrollo en su sector agroalimentario, convirtiéndose en un proveedor confiable de estos recursos
Por otro lado, España ha logrado diversificar sus fuentes de suministro y reducir su dependencia de otros países, al tiempo que fomenta la economía circular y la reutilización de residuos alimentarios. Estos subproductos tienen numerosas aplicaciones en la industria de alimentos para animales, la producción de compost, la obtención de productos químicos de alto valor, la generación de biocombustibles y la fabricación de envases biodegradables
Esta creciente cooperación entre Marruecos y España en el ámbito de los subproductos alimentarios no solo fortalece los lazos económicos entre ambos países, sino que también promueve prácticas sostenibles y una economía circular más robusta.
Al reutilizar estos residuos, se reduce el desperdicio, se optimizan los recursos y se contribuye a la protección del medio ambiente
Además, esta alianza estratégica beneficia a ambas naciones, brindando a Marruecos la oportunidad de desarrollar aún más su sector agroalimentario y a España la posibilidad de diversificar sus fuentes de suministro y promover la sostenibilidad en su cadena de valor.
En definitiva, la creciente importación de subproductos alimentarios marroquíes por parte de España representa un paso significativo hacia una cooperación económica más estrecha y una mayor conciencia ambiental; sentando las bases para un futuro más próspero y sostenible para ambos países.