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La demanda de caracoles en Andalucía continúa impulsando las importaciones desde Marruecos, principal proveedor de esta delicada gastronomía tradicional en la región.
En 2023 Andalucía importó 5.000 toneladas de caracoles de Marruecos por valor cercano a los 4 millones de euros; asimismo, en los dos primeros meses de 2024, las compras a ese país alcanzaron las 248 toneladas, con un incremento interanual del 88%, según datos facilitados por la Consejería de Agricultura.
Estas cifras ponen de manifiesto la importante dependencia del mercado andaluz respecto al principal suministrador marroquí.
Sin embargo, contrasta con la escasa producción a nivel nacional, que en España alcanzó los 605 kilos el pasado año.
La variedad predominante en estas importaciones es el llamado ‘caracol blanquillo’, muy apreciado en zonas del sur de España.
Pese a contar Andalucía con 211 explotaciones registradas de cría de caracoles, su producción tiene escasa implantación entre los consumidores locales.
Expertos consultados aluden a varios factores que explican esta situación, como la merma en las poblaciones silvestres en los últimos 60 años o las dificultades para la comercialización del caracol de granja. Asimismo, el ‘blanquillo’ marroquí tiene un precio más competitivo y calidad similar al autóctono.
De esta forma, la importación desde Marruecos cubre gran parte de la demanda andaluza de este molusco, consolidando la relevancia de este mercado para un producto gastronómico arraigado en la cultura culinaria de la región.