Rue20 Español/ Casablanca
Walid El Moumen
El mapa marroquí en su totalidad, incluido el Sáhara, se ha convertido en una obsesión para los que mandan en Argelia. Después de la polémica desencadenada en las semifinales de la Copa Confederación Africana entre RSB y USMA, el régimen militar dio sus órdenes a la selección argelina de Balonmano sub-17 de retirarse del campeonato árabe celebrada en Marruecos, debido a la misma crisis provocada en el aeropuerto de Houari Boumediene en Argel.
Marruecos obtuvo la aprobación de la Federación Árabe de Balonmano antes de utilizar estas camisetas. Sin embargo, los militares argelinos ya no tienen nada que perder, lo que resultó en la eliminación automática de jóvenes inocentes que solo querían jugar y hacer su propia historia.
Ante esta estancada situación, la prensa argelina pro-militar expresó su malestar, considerando, lo que es legítimo en todos los deportes, como una provocación que atenta contra la soberanía del vecino oriental.
Desde la llegada de Abdelmadjid Tebboune al palacio de Mouradia, el país vecino ha experimentado una proliferación en la invención de crisis ficticias, asegurando así la perpetuación de su poder a expensas de su hostilidad hacia Marruecos.
En definitiva, la Argelia de Abdelmadjid Tebboune es un país insensato conducido por un piloto automático. Mientras el Reino extiende su mano para dejar atrás lo del pasado, Argelia levanta barreras una y otra vez para proteger un régimen que sufre una enfermedad llamada obsesión anti-marroquí.