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Machij El Karkri
El Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas se está llevando a cabo del 15 al 26 de abril de 2024. Este foro es un organismo consultivo del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.
El Foro representa un momento para evaluar, de forma mundial, la situación humanitaria de los pueblos indígenas y una oportunidad para discutir una serie de cuestiones relacionadas con el desarrollo social, económico y cultural. Esta iniciativa se desarrolla en el contexto de grandes desafíos que enfrentan los pueblos indígenas, que les provocan fragilidad, pobreza, problemas de salud y amenazas de perder la identidad cultural y lingüística, además de la desaparición paulatina de la diversidad cultural.
Con el establecimiento de la cultura de los derechos humanos y la mejora significativa de los indicadores de la práctica convencional en varios países del mundo, fue necesario trabajar para la protección de los pueblos indígenas. En 2007, las Naciones Unidas emitieron la «Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas», que establece en su artículo primero: “Los indígenas tienen derecho, como pueblos o como individuos, al disfrute pleno de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales reconocidos en la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y las normas internacionales de derechos humanos”.
La realidad es que los pueblos indígenas siguen siendo objeto de marginación y enfrentan discriminación legal en muchos países, una realidad que no se puede negar.
La importancia del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas:
- Contribuye a aumentar la conciencia sobre los problemas de los pueblos indígenas y a informar a las personas sobre sus desafíos y problemas. Además, facilita informaciones sobre los derechos de tierra, recursos, idioma, cultura, educación y salud.
- Reúne a representantes de pueblos indígenas junto con la comunidad internacional, organizaciones no gubernamentales, investigadores y activistas. Una de sus funciones principales es fortalecer la comprensión y la cooperación entre estas partes.
- Permite que los pueblos indígenas expresen sus problemas, preocupaciones y reclamen sus derechos ante los gobiernos y las instituciones internacionales.
- Contribuye a la preservación del patrimonio, idiomas y conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas, promoviendo el respeto y la conservación de estas valiosas culturas.
- Trabaja para lograr un desarrollo sostenible para los pueblos indígenas, incluida la mejora de sus condiciones económicas, sociales y ambientales, e intentar lograr la justicia social y garantizar oportunidades equitativas para todos.
El interés en los pueblos indígenas ha aumentado. La necesidad de adoptar convenios y tratados internacionales para desarrollar formas que garanticen la de justicia y la reconciliación ha crecido. Entre los mecanismos más importantes citamos:
- La Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de 2016.
- La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de 2007.
- El Convenio número 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes de 1991.
- El Acuerdo «Escazú», oficialmente conocido como «Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe».
- El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
- El Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
A pesar de los múltiples tratados internacionales, muchos pueblos indígenas siguen sufriendo la falta de reconocimiento oficial y legal de la propiedad de sus tierras. Esto les impide explotar sus recursos naturales, como sucede en varios países de América del Sur e incluso en Estados Unidos.
Además, la pérdida de biodiversidad y el deterioro de los sistemas ecológicos y de salud amenazan el equilibrio ambiental e impiden la respuesta efectiva a los desastres naturales.
Pueblos Indígenas, hechos y cifras:
Las Naciones Unidas y varias organizaciones internacionales publican periódicamente estadísticas sobre los pueblos indígenas.
476 millones de personas en el mundo se consideran a sí mismas como pertenecientes a pueblos indígenas.
Los pueblos indígenas están distribuidos en 90 países y conforman más de 5000 grupos diferentes, de los cuales 1000 se encuentran en América Latina y el Caribe.
Los pueblos indígenas representan el 6% de la población mundial. Asimismo, representan el 80% de su diversidad ecológica y el 19% de gente pobre son de los pueblos indígenas.
Los pueblos indígenas hablan alrededor de 7000 idiomas, la mayoría de los cuales están en peligro de extinción.
El 70% de los pueblos indígenas habitan en Asia y el 20% en América Latina y el Caribe.
El Parlamento Andino: Un modelo inspirador para promover los derechos de los pueblos indígenas:
El Parlamento Andino trabaja para promover los derechos de los pueblos indígenas en la región andina, apoyando políticas y legislaciones que buscan lograr la igualdad, la justicia y la preservación del patrimonio cultural, incluidos el idioma, las artes y las tradiciones. El Parlamento Andino consta de 25 miembros elegidos, con una representación de 5 miembros por Chile, Colombia, Bolivia, Perú y Ecuador, y fue establecido en 1979.
Marruecos tiene la condición de observador en el Parlamento Andino, reflejando el deseo del Reino de Marruecos de compartir experiencias y desarrollar la cooperación Sur-Sur.
Argelia: Violaciones flagrantes que trascienden los límites de los derechos internacionales:
Desde su independencia de Francia en 1962, Argelia ha negado todos los derechos a los pueblos indígenas de la región, a pesar de ser un estado que respeta el Derecho internacional de los derechos humanos y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Los Amazigh y la región de Kabylia:
Argelia niega todos los derechos al pueblo kabylia como pueblo indígena. Según datos históricos, las demandas del pueblo amazigh comenzaron con movimientos pacíficos desde 1947, más de 15 años antes de la independencia de Argelia.
Los amazigh en esta región aún enfrentan todo tipo de cerco, restricciones, falta de reconocimiento de su identidad, idioma y cultura. Asimismo, sus recursos están siendo explotados sin tener ni democracia ni oportunidades para el desarrollo.
Los bosques densos en la región sufren de incendios periódicos. Esto lleva a los defensores locales a acusar a las autoridades de provocarlos.
Los Tuaregs: Un pueblo indígena sometido a un asedio opresivo por parte del ejército argelino.
Los Tuaregs son pueblos indígenas en Argelia y forman parte del pueblo amazigh que habita el desierto del Sahara y vive en el sur de Argelia.
Se trata de aproximadamente 3.5 millones de personas. La mayoría de los Tuaregs (alrededor del 85%) reside en Mali y Níger, mientras que el resto se distribuye entre Argelia, Libia y Burkina Faso.
El ejército argelino ha sometido a los Tuaregs a un cerco. Les impide llevar a cabo su estilo de vida agrícola y pastoral. Además, les someten a unas restricciones sistemáticas sin reconocer su lengua ni su cultura como uno de los pueblos indígenas más reconocidos en el mundo (Los hombres azules).
El Movimiento de Liberación del Sur de Argelia armado había anunciado que representaba a las tribus Tuareg, establecidas en una vasta región que se extendía desde Marruecos al oeste hasta Libia al este, abarcando más de un tercio del territorio actual de Argelia. El movimiento tiene como objetivo proteger al pueblo Tuareg de los ataques repetidos del ejército argelino.
El desierto: desplazamiento forzado de los pueblos indígenas y su confinamiento en el sur de Argelia:
Argelia ha contribuido significativamente al desplazamiento forzado de varios habitantes del desierto del Sáhara después de 1975, confinándolos en la región de Tinduf. Argelia convirtió a estos habitantes, junto con tribus costeras y desérticas, en parte de un movimiento destinado a desestabilizar la unidad de Marruecos y la integridad de su territorio.
Marruecos: cohesión y continuidad
La Constitución del Reino de Marruecos de 2011 afirma:
“Estado musulmán soberano, apegado a su unidad nacional y a su integridad territorial, el Reino de Marruecos entiende preservar, en su plenitud y en su diversidad, su identidad nacional una e indivisible. Su unidad, forjada por la convergencia de sus componentes árabo-islámico, amazig y sahariano-hassaní, se ha nutrido y enriquecido de sus afluentes africano, andaluz, hebraico y mediterráneo. La preeminencia atribuida a la religión musulmana en el conjunto de referentes nacionales va a la par con el apego del pueblo marroquí a los valores de apertura, de moderación, de tolerancia y de diálogo para la mutua comprensión entre todas las culturas y civilizaciones del mundo”.
Marruecos ha decidido la naturaleza de su identidad, ha aprobado varias convenciones internacionales que protegen los derechos humanos, ha presidido el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas… Añadimos a esto el trabajo de la Instancia de Equidad y Reconciliación para cerrar la página de las violaciones en varias regiones, como Rif y Atlas, revisar la situación del idioma amazigh y reconocerlo en la constitución, la adopción del Año Nuevo Amazigh como festivo nacional junto con otros festivos oficiales como el cristiano y el musulmán. Asimismo, es de citar el interés mostrado por Marruecos hacia la dimensión regional a la hora de trazar las políticas públicas marroquíes, además de su compromiso con la solidaridad regional para impulsar un desarrollo equilibrado y equitativo.
Conclusión
La comunidad internacional ha logrado en parte sus objetivos al proporcionar protección legal y oficial a los pueblos indígenas y, al mismo tiempo, ha impedido su explotación en el conflicto internacional entre varios países.
El artículo 46 de la Declaración dice claramente: “Nada de lo contenido en la presente Declaración se interpretará en el sentido de que confiere a un Estado, pueblo, grupo o persona derecho alguno a participar en una actividad o realizar un acto contrarios a la Carta de las Naciones Unidas, ni se entenderá en el sentido de que autoriza o alienta acción alguna encaminada a quebrantar o menoscabar, total o parcialmente, la integridad territorial o la unidad política de Estados soberanos e independientes”.
Traducido por: Zakaria Alem