Rue20 Español/ Mequinez
Mohammed Ouahib*
En la región rifeña, las tradiciones ancestrales y los lazos familiares son pilares fundamentales de la sociedad. Desde una temprana edad, los padres sienten la responsabilidad moral de asegurar el futuro matrimonial de sus hijos, una práctica arraigada en las costumbres de la región. Cuando los jóvenes alcanzan los 13 años, los padres comienzan a considerar seriamente la elección de una pareja adecuada para ellos.
Mojtar, un joven apasionado y de corazón noble, pronto llegó a la edad en que su padre debía tomar la decisión de su matrimonio. Sin embargo, su corazón ya había elegido a Aisha, cuya belleza y gracia lo habían cautivado desde su primer encuentro en una de las festividades del Rif.
Aunque Mojtar había quedado prendado de Aisha, sabía que el proceso de selección de pareja seguía ciertas formalidades arraigadas en la cultura rifeña. Las madres desempeñaban un papel crucial en este proceso, observando con atención a las jóvenes del vecindario y señalando aquellas que consideraban adecuadas para sus hijos.
Sin embargo, el corazón de Mojtar ya tenía una elección clara. A través de una intermediaria de confianza, expresó su deseo de casarse con Aisha, confiando en que su madre comprendiera la profundidad de su amor. Aunque su madre había sugerido otras opciones, la determinación de Mojtarera firme.
La situación se volvió aún más complicada cuando el padre de Aisha rechazó la propuesta de matrimonio debido a una serie de circunstancias desfavorables. La disputa de tierras entre las familias añadió una capa de tensión al dilema amoroso de Mojtar y Aisha, amenazando con separarlos antes siquiera de que pudieran estar juntos.
Mojtar, decidido a luchar por su amor, se enfrentó al desafío con valentía y determinación. A través de consultas discretas con amigos de confianza y visitas estratégicas al padre de Aisha, intentó allanar el camino para su unión. Sin embargo, cada obstáculo parecía insuperable, y la enemistad entre las familias amenazaba con romper el frágil lazo entre los amantes.
En medio de la incertidumbre y el conflicto, Mojtar y Aisha encontraron consuelo el uno en el otro, compartiendo sus esperanzas y sueños en secreto mientras se aferraban a la promesa de un futuro juntos. A medida que la tensión entre las familias aumentaba, su amor se fortalecía, resistiendo las adversidades como un roble en medio de la tormenta.
Finalmente, el destino les brindó una oportunidad para demostrar la fuerza de su amor. Con la bendición de sus padres y el apoyo de sus seres queridos, Mojtar y Aisha celebraron su unión en una ceremonia que unió no solo a dos corazones, sino también a dos familias y comunidades enteras.
La boda fue un reflejo de la rica cultura del Rif, con música, bailes y festividades que celebraban la alegría del amor encontrado contra viento y marea. A medida que el sol se ponía sobre las montañas, Mojtar y Aisha comenzaron su viaje juntos, con la promesa de enfrentar juntos cualquier desafío que el futuro les deparara.
*Hispanista marroquí
