Rue20 Español/Casablanca
El Abbas Tahri Joutey Hassani
Investigadores internacionales acaban de dar a conocer el hallazgo de fósiles pertenecientes a un gran reptil marino prehistórico, excavados en una mina de fosfato del sureste de Casablanca, Marruecos.
Se trata de restos óseos del mosasaurio Khinjaria acuta, que habitaron los mares hacia el final de la era de los dinosaurios, hace entre 70 y 66 millones de años, tal como afirma National Geographic.
Este descubrimiento «sirve para seguir fortaleciendo la afirmación de que nuestro planeta no solo ha cambiado en sus masas continentales; los océanos prehistóricos también eran muy diferentes a los de estos días», según palabras de uno de los autores del estudio, publicado en la revista Cretaceous Research.
El Khinjaria acuta alcanzaba un tamaño similar al de una orca, entre 7 y 8 metros de longitud; y se caracterizaba por sus poderosas mandíbulas y largos dientes en forma de daga.
«Formaba parte de una fauna de depredadores extraordinariamente diversa que habitaba el océano Atlántico frente a las costas de Marruecos», señalan los investigadores.
Este hallazgo demuestra la gran riqueza faunística que albergaban las aguas marroquíes hace millones de años, llegando a ser uno de los principales cementerios marinos de la era mesozoica.
«Marruecos sigue sorprendiéndonos gratamente con importantes aportaciones a nuestro conocimiento del pasado», destaca el profesor Andrey Atuchin de la Universidad de Bath, quien dirigió esta investigación.
«Es un orgullo contribuir a desentrañar los secretos que guardan sus fósiles».
Gracias a hallazgos de esta magnitud en yacimientos marroquíes, «estamos reconstruyendo paulatinamente la vida que se desenvolvía en los mares que bañaban estas costas», agregó.
Este hallazgo paleontológico muestra, una vez más, el potencial científico de Marruecos.
Según las palabras del profesor Atuchin, citadas anteriormente, el Reino de Marruecos se afirma como un territorio clave para el estudio de la megafauna que pobló los océanos durante el Mesozoico; aportando piezas fundamentales al rompecabezas de la evolución de las especies.
Los fósiles marroquíes, rescatados pacientemente por generaciones de investigadores, siguen sorprendiendo y enriqueciendo nuestro conocimiento sobre épocas capitales en la historia de la vida.
Este notable hallazgo paleontológico realizado en suelo marroquí refuerza el potencial científico de este país para el estudio de la vida en el pasado.
A través de los fósiles excavados en yacimientos como esta mina de fosfatos, Marruecos sigue aportando valiosa evidencia que permite reconstruir los antiguos ecosistemas marinos y el surgimiento de nuevas especies, en un relativo continuo progreso del conocimiento sobre el registro fósil de sus mares prehistóricos.