Rue20 Español/ Erg Chebbi
Walid El Moumen
Los científicos lograron calcular por primera vez en la historia la edad de las dunas en estrella, destacando la duna de Lala Lallia en Marruecos como una de las dunas más grandes y complejas de nuestro planeta, que se formó hace 13.000 años.
Este tipo de dunas también se llaman dunas piramidales, debido a sus formas distintivas y a que alcanzan cientos de metros de altura.
Respecto a Lala Lallia, se encuentra en el mar de arena de Erg Chebbi, en el sureste de Marruecos, con 100 m de altura y 700 m de ancho.
Esta duna ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos miles de años. Según escribió la BBC, las dunas piramidales se forman por vientos opuestos que cambian de dirección.
«Estos hallazgos probablemente sorprenderán a mucha gente, ya que podemos ver con qué rapidez se formó esta enorme duna, que se mueve a través del desierto a unos 50 cm por año», dijo el profesor Geoff Duller de la Universidad de Aberystwyth, en el Reino Unido, quien publicó la investigación junto con el profesor Charles Bristow de la Universidad Birkbeck.
Para descifrar la edad de la duna, los científicos utilizaron la técnica de ‘datación por luminiscencia‘; la cual permitió calcular cuándo los granos de arena estuvieron expuestos por última vez a la luz del día.
La técnica de datación por luminiscencia se describe como un «laboratorio oscuro» donde las muestras de arena se analizaron en condiciones de luz roja tenue, similares a las de un taller de fotografía antiguo.
Para Duller, los granos minerales de la arena son como ‘pequeñas pilas recargables’. Los científicos afirmaron que cada grano es una energía que produce radiactividad, especialmente aquellos que permanecen enterrados bajo la tierra durante mucho tiempo.
«En nuestro laboratorio oscuro, vemos la luz de estos granos de arena. Cuanto más brillante es la luz, más viejos son los granos de sedimento y más tiempo hace que están enterrados», aseguró el investigador.
Escalar estas dunas, incluida Lala Lallia, se considera un trabajo difícil, pero ofrece perspectivas hermosas desde la cima. «A medida que subes, subes dos pasos y das uno hacia atrás. Pero vale la pena: son absolutamente hermosas desde arriba», destacó Duller.
