Rue20 Español/ Rabat
La Instancia encargada de la revisión del Código de la Familia prosigue el examen de las visiones que le han sido presentadas, con la perspectiva de elaborar «propuestas a la altura de las expectativas de SM el Rey Mohammed VI y de las aspiraciones de los marroquíes», afirmó, este miércoles en Rabat, Mohamed Abdennabaoui, coordinador del Foro y presidente delegado del Consejo Superior del Poder Judicial.
Abdennabaoui indicó, en una declaración a la MAP, con motivo de una reunión de la Instancia en la sede del Consejo Superior de los ulemas, que las visiones recogidas reflejan el carácter plural y la diversidad de la sociedad, así como las expectativas de los marroquíes y su concepción de la familia y de su futuro.
«Esta familia debería ser armoniosa, solidaria y atenta a los intereses de todos sus componentes: cónyuges, hijos, ascendientes y descendientes, estando al mismo tiempo en sintonía con la evolución civilizatoria que vive el país, y preservando las constantes fundamentales que constituyen el núcleo duro sobre el que se ha construido la simbiosis de los marroquíes», explicó.
La misión de la instancia, destacó, no es fácil, pero queda enmarcada por los referenciales definidos en la Carta Real dirigida al Jefe del Gobierno, llamando a no autorizar lo que Dios ha prohibido, ni prohibir lo que el Altísimo ha autorizado, aplicar el Iytihad constructivo y abierto, teniendo en cuenta las finalidades de la Sharia islámica en materia de justicia, equidad, igualdad, solidaridad y cohesión familiar. Se trata también de respetar los principios derivados de las convenciones internacionales ratificadas por Marruecos, además de las leyes y de la Constitución del Reino, que incluyen los derechos y las obligaciones de las diferentes partes, incluida la familia, prosiguió Abdennabaoui.
El coordinador de la Instancia encargada de la revisión del Código de la Familia recordó, a este respecto, que esta revisión se produce en el marco de la Carta Real que ha encargado a esta instancia la misión de remediar las deficiencias que la aplicación judicial del Código ha puesto de manifiesto durante casi 20 años, y modificar las disposiciones que la evolución de la sociedad marroquí y el desarrollo de las legislaciones nacionales han hecho obsoletas.