Rue20 Español/ Fez
Walid El Moumen
La crisis que afectó las relaciones bilaterales franco-marroquíes, abrió varias oportunidades para el vecino ibérico (España) en el mercado marroquí. Tras desbancar a Francia de su trono como el primer socio comercial del Reino de Marruecos hace más de una década, ahora apunta a arrebatarle el puesto del principal socio inversor.
¿Por qué no, mientras que todas las condiciones favorecen este paso?
Ambos países apuestan por el Mundial tripartito de 2030; el cual allanará el camino para romper todos los récords registrados hasta el momento, en cuanto a la inversión y el comercio bilateral entre los vecinos del estrecho.
«Tenemos seis años para intensificar nuestras relaciones económicas y trabajar juntos. Es una ocasión para reforzar nuestra cooperación en infraestructuras que servirá a nuestros países para recibir a los aficionados de todo el mundo», afirmó el delegado marroquí de Inversión, Mohcine Jazouli, en una entrevista durante una visita a España a comienzos de este mes.
De momento, España ocupa la tercera posición (8%) en la clasificación de los países inversores en Marruecos, mientras que la venta de los activos de OCPal grupo Koch Industries logró poner a Estados Unidos en la cima del ranking, abdicando así a Francia, el socio inversor tradicional; el cual pierde, cada vez más, terreno en el mercado competitivo del Reino.
Uno de los últimos grandes proyectos españoles que está sobre la mesa en Marruecos es la adjudicación a Acciona de un contrato de 800 millones para construir la mayor desaladora de África en Casablanca.
Sin embargo, el vecino norteño no tiene intención de parar, ya que existen varias oportunidades que incentivan a las empresas españolas para que formen parte del futuro renacimiento revolucionario marroquí. Por ello, Jazouli se encontró en España hace pocas semanas, manteniendo diversos contactos con empresarios españoles, afín de atraer grandes proyectos a su país.
«En concreto, de cara a la cita futbolística de 2030, Marruecos ha movilizado 1.200 millones de euros para reformar seis estadios y construir uno nuevo, al mismo tiempo que liberó 1.400 millones de euros para construir 168 trenes, 18 de alta velocidad, para antes del mundial», señaló «elEconomista».
El TGV en Marruecos, por ejemplo, fue una iniciativa del ex presidente galo Nicolas Sarkozy, pero Alstom, la matriz francesa, responsable de entregar esos trenes en 2018, ha optado por dejar la negociación del contrato en manos de su filial española, Alstom España. Y todo esto se debe a las relaciones afectadas entre Rabat y Paris desde el año 2021.
«Las buenas relaciones diplomáticas que mantienen ahora ambos reinos (España y Marruecos) no solo se traducen en inversión. El país vecino está creando las condiciones jurídicas más favorables para que las empresas españolas, y europeas, instalen sus fábricas entre sus áreas industriales», enfatizó el periódico español.
En realidad, la pandemia, tensiones geopolíticas y la acortación de cadenas de suministro están llevando a un desplazamiento de la industria europea desde el centro del continente hacia Marruecos y otros países del Norte de África.
Marruecos está atrayendo a empresas europeas, especialmente en los sectores automovilístico y agroalimentario, debido a un marco jurídico competitivo y a la búsqueda de alternativas a la rigidez regulatoria de la Unión Europea.
Los sectores citados, según la misma fuente, ya son los más beneficiados por el marco jurídico y las buenas relaciones entre Madrid y Rabat.
El número de empresas españolas relacionadas con el sector primario en Marruecos ronda las 360, pero si se incluyen filiales y participadas, el número se eleva a alrededor de 1.000, según datos del ICEX.
El medio español justifica que esta “fuga” de la industria europea hacia Marruecos, se debe, sobre todo, a la rigidez regulatoria de la Unión Europea. «Mientras China produce y Estados Unidos innova, Europa regula», sentenció Clemente González.Soler, presidente español del Consejo Económico Marruecos-España (CEMAES).