Rue20 Español/ Rabat
El régimen argelino no deja de crear tensiones diplomáticas en todas las direcciones para exteriorizar las serias problemáticas de gobernanza y desarrollo, escribe Younes Belfellah, investigador y consultor especializado en el mundo árabe, en un artículo publicado el jueves por la revista francesa «Marianne» en su página web.
En este artículo titulado «Argelia: la política de exportación de las crisis internas», el fundador y director de MEDFOCUS, un think tank especializado en la geopolítica del Mediterráneo, analiza la forma en que al gobierno argelino le gusta descargar sus problemas en otros países, como Francia, Marruecos o Israel.
Argelia decidió cerrar su espacio aéreo a los aviones militares franceses en la operación Barkhane y llamar a su embajador, en reacción a las declaraciones del presidente Emmanuel Macron sobre el «cansado sistema político-militar» que dirige Argelia y la «renta memorial basada en el odio a Francia».
Esto ocurre, unas semanas después de la ruptura de las relaciones diplomáticas con el vecino Marruecos, acusando al Reino de «acciones hostiles» hacia Argel, y criticando el acercamiento entre Marruecos e Israel, recuerda el autor del artículo.
Según el experto, «el régimen argelino sufre una creciente inestabilidad política, tras el movimiento popular llamado «Hirak», representado por manifestaciones pacíficas contra el poder militar y sus prácticas de corrupción
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«Finalmente, el régimen militar argelino, incapaz de hacer frente a las exigencias del «Hirak» y en crisis de legitimidad popular, utiliza el aparato diplomático para vender una imagen de país resistente. Una diplomacia argelina se está volviendo agresiva, agitada y sin visión estratégica. Argelia corre el riesgo de sufrir un colapso sistémico que provocará sin duda repercusiones políticas y de seguridad no sólo en la región del Magreb, sino también en Europa», afirma el autor del artículo. MAP