Rue20 Español/ Fez
Meryem Ghoua
El deporte es un derecho fundamental y un instrumento primordial para fortificar lazos sociales y promover el desarrollo sostenible y la paz, así como la solidaridad y el respeto por todas las personas. No obstante, todavía se constituye como un rincón en el cual se refuerzan estereotipos que reproducen desigualdades de género.
Desde sus inicios, el deporte se ha considerado un elemento masculino. Uno de los argumentos más sonados dice que las mujeres no deberían introducirse en el mundo del deporte porque acabarán masculinizándose si lo practican o si tan solo hablan en asuntos deportivos.
Esta premisa está sujeta, una vez más, a los estereotipos sociales y culturales. A los hombres se les atribuyen aptitudes como la competencia o la autonomía, mientras que las mujeres se consideran dependientes o pasivas.
Atribuir adjetivos como “belleza” o “delicadeza” subordina a las mujeres a un segundo plano en el mundo del deporte en el que todo es acción. Al leer medios de comunicación deportivos, sobre todo marroquíes, o ver programas televisivos especializados en deporte observaremos como cada vez está más presente la figura de la mujer como profesional y deportista, pero esto no significa que esta naturaleza andrógina haya remitido. Los medios siguen minimizando los logros de las mujeres no dándoles la misma importancia, realce y tiempo que a los hombres.
Dicho de otro modo, a pesar de que cada vez existe más presencia de mujeres en el ámbito del periodismo es “una de las asignaturas pendientes en el mundo del deporte» en el país norteafricano.
La periodista española Viviana Sánchez mencionó, hace tiempo, que cuando realizaba coberturas deportivas, sentía que a sus compañeros hombres no les agradaba la idea de que una mujer se desempeñe en el campo deportivo. Durante su carrera tuvo un par de experiencias desagradables, debido a que a algunos colegas hombres “les molestaba la idea de que sea mujer y comentaban que las mujeres no están capacitadas para ejercer esta rama del periodismo”.
Es decir, los hombres deportistas suelen tener una imagen errónea sobre la capacidad que tiene la mujer para desenvolverse en este campo.
Del mismo modo que el deporte femenino empieza a ocupar más espacio en los medios y a ganar seguidores y audiencia, en las redacciones aumentan también las mujeres que se dedican al periodismo deportivo, a pesar de ser un ámbito tradicionalmente dominado por los hombres.
Sin embargo, las cifras muestran que todavía hay una brecha notable. El número de mujeres que se dedican al periodismo deportivo sigue siendo relativamente bajo, y esta área particular de la información sigue siendo una especialidad predominantemente masculina, no solo en Marruecos, sino en casi todos los países del mundo.
¿Cuándo alcanzamos la igualdad de género en el periodismo deportivo?
El día que un hombre no se sorprenda de que una mujer pueda informar de deportes en un informativo, narrar un partido de fútbol o coordinar una sección de deportes, el día en el que ni por un segundo piensen «si ella nunca ha jugado al fútbol», ese día podremos decir: sí, hemos conseguido la igualdad en un mundo de hombres.
Hoy en día, hay mujeres que, igual que la mayoría de los hombres, hacen lo imposible por ver cada partido de fútbol y pueden recitar las nóminas de los principales equipos de las ligas más importantes. El amor por una elástica y por el deporte es bonito y no es sólo de hombres. El amor es de todos.
«Soy mujer marroquí, musulmana y me gusta el fútbol. Siempre me gustó el deporte y siempre fue parte de mi vida. Me encanta jugar y ver partidos. Nunca pensé en ser periodista deportiva porque pensaba que no era una realidad en mi país y no veía a muchas mujeres en los medios de comunicación con las que me identificar», dijo una joven marroquí de 23 años y añadió que ahora «empiezo a soñar con ser una famosa periodista deportiva».
En fin, la aceptación del público dependerá de cómo realices tu trabajo y las mujeres que busquen inclinarse por esta rama deberán traer consigo conocimiento y también imaginación, crear su propio estilo de hacer noticia y marcar la diferencia.