Rue20 Español/Rabat
La lucha antiterrorista en el mundo requiere de un enfoque global e integrado para hacer frente a esta amenaza transnacional.
Como demuestra la exitosa estrategia marroquí, es fundamental adoptar políticas que aborden no sólo los aspectos de seguridad, sino también los factores religiosos, sociales y económicos que pueden llevar a individuos a verse atraídos por el extremismo, tal y como matiza el medio «𝘛𝘦𝘭𝘦𝘹𝘱𝘳𝘦𝘴𝘴𝘦».
Bajo el liderazgo visionario de Su Majestad el rey Mohammed VI, Marruecos se ha convertido en un actor clave gracias a su enfoque multidimensional.
«El Reino [de Marruecos] da prioridad al desarrollo económico y humano, además de combatir el extremismo que conduce a la violencia», según destaca el último informe del Departamento de Estado estadounidense.
Efectivamente, Marruecos ha centrado sus esfuerzos en la prevención a través de la reforma del campo religioso y la formación de imames.
Asimismo, promueve activamente el diálogo intercultural y los valores de apertura y tolerancia.
Todo ello con el objeto de desarticular las narrativas ideológicas erróneas que atentan contra la paz.
Gracias también a una estrecha cooperación policial y jurídica —como reconoce el informe del Departamento de Estado al elogiar el papel de la 𝐵𝐶𝐼𝐽 [«Oficina Central de Investigaciones Judiciales»]—, se ha logrado desmantelar numerosas redes terroristas en ciernes.
Un hito importante que refuerza el estatus de Marruecos como valioso socio regional e internacional.
Con motivo del recién proclamado Día Internacional para Prevenir el Extremismo Violento, coincidente con hoy, 12 de febrero, la comunidad internacional debe reafirmar su compromiso con los enfoques integrales.
Tal y como afirma la ONU en su resolución, precisa de un esfuerzo coordinado entre Estados, organizaciones e instituciones.
En este sentido, países como Marruecos, con una trayectoria avalada por instancias como Estados Unidos, pueden servir de verdadera inspiración.
Su ejemplar estrategia demuestra, como apuntó el Departamento de Estado, que «la seguridad va de la mano del desarrollo económico y humano».
En este contexto, los continuos esfuerzos que desarrolla Marruecos para reforzar su enfoque multidimensional contra el terrorismo merecen el reconocimiento de la comunidad internacional.
A través de la cooperación, el diálogo y las reformas en materia religiosa, de seguridad y socioeconómica, el Reino alinea sus políticas con las mejores prácticas reconocidas para hacer frente a esta amenaza.
En suma, su compromiso y experiencia avalan a Marruecos como un socio fiable y valioso para la consecución del objetivo común de proporcionar seguridad y paz en un mundo cada vez más globalizado.
