Rue20 Español/ Rabat
El Rey Mohammed VI envió un mensaje de pésame y compasión a los miembros de la familia del difunto Abbès Jirari, ex consejero del Soberano, erudito y eminente hombre de letras, fallecido el sábado en Rabat.
En este mensaje, el Rey afirma haber recibido con profunda aflicción e inmensa tristeza la noticia del fallecimiento del difunto Abbès Jirari, implorando al Todopoderoso que le acepte entre los fieles virtuosos y le acoja en su vasto paraíso.
«En esta dolorosa circunstancia, les expresamos y, a través de vosotros, al conjunto de vuestra familia, a sus allegados y a la familia de los eruditos del Reino, así como a todos sus admiradores y estudiantes, Nuestro más sentido pésame y Nuestros sinceros sentimientos de compasión tras esta pérdida cruel, siendo imparable la voluntad divina, rogando al Altísimo que os conceda paciencia y consuelo», escribe el Soberano.
El fallecimiento del difunto Abbès Jirari es una gran pérdida no sólo para su honorable familia, sino también para Marruecos, que ha perdido en él a una figura académica excepcional reconocida por la abundancia de sus contribuciones en los campos científico, literario y religioso, subraya el Rey, afirmando que se acuerda con gran consideración de las grandes cualidades humanas y el sincero patriotismo del llorado, reconocidos a los grandes hombres de Estado y eminentes eruditos.
El difunto fue un ejemplo a seguir en cuanto a la defensa de las constantes y sacralidades de la Nación y su inquebrantable apego al Glorioso Trono alauí», recuerda el Soberano.
El Rey dice, además, recordar el gran respeto y la alta consideración de que gozaba el difunto Jirari entre los intelectuales y académicos en Marruecos y en todo el mundo árabo-islámico, así como la probidad intelectual y la gran competencia de que hizo gala durante las diferentes misiones que le fueron encomendadas, «tanto bajo el reinado de Nuestro venerado padre, el difunto Su Majestad Hassan II, que Dios tenga su alma en Su santa misericordia, como bajo las órdenes de Nuestra Majestad».
«Compartiendo vuestra pena por esta pérdida trágica, rogamos al Altísimo que conceda la mejor de las retribuciones al difunto como recompensa por sus loables y sinceros actos al servicio de su Rey, su Patria y su Religión», añade el Soberano, implorando al Todopoderoso que acoja al difunto en Su vasto paraíso entre los profetas, los veraces, los mártires y los virtuosos.
«Entre los creyentes hay hombres que cumplieron el compromiso que tomaron con Allah, algunos ya fallecieron, y otros esperan que les llegue su hora y no han cambiado de actitud», Verdadera es la palabra de Dios», concluye el mensaje.