Rue20 Español/ Rabat
El ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha convertido desde junio de 2018 en un gran amigo de Marruecos. Un ministro que busca las soluciones y no los problemas. Es el ministro español que ha mantenido más reuniones con los responsables marroquíes desde su nombramiento por Pedro Sánchez en junio de 2018.
Marlaska aterrizó hoy en Rabat con el objetivo de zanjar varios asuntos o por los menos avanzar en su materializar. El asunto de las fronteras terrestre de las dos ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla estuvo sobre la mesa de reunión con su homólogo marroquí, abdelouafi Laftit.
Durante su reunión, Grande-Marlaska ha agradecido a Laftit el «compromiso y esfuerzo de Marruecos» en el desafío conjunto de la inmigración irregular y en la lucha contra las mafias que trafican con personas, «una lacra especialmente cruel e inhumana», según subrayó hoy el Gobierno español.
Los dos ministros se han comprometido a continuar el modelo hispano-marroquí de colaboración preventiva bilateral, que constituye, en opinión de Grande-Marlaska, «el ejemplo de cooperación práctico más relevante y desarrollado de cuantos se conocen entre Europa y África, y un modelo clave en un momento de repunte de la presión migratoria en la frontera sur de la UE y en Marruecos».
En esta línea, Grande-Marlaska ha constatado con su homólogo el descenso en más de un 41 por ciento de las llegadas irregulares a Ceuta y Melilla, que pone de manifiesto «el esfuerzo» en la vigilancia del perímetro exterior de las ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla.
El ministro del Interior también ha informado a Laftit las mejoras tecnológicas que se están realizando en las dos ciudades autónomas para favorecer la fluidez de los pasos fronterizos. «Estamos implementando un sistema automático de entradas y salidas, como en el resto de puestos fronterizos, que redundará en beneficio mutuo, garantizando los controles oportunos».