Rue20 Español/Tarfaya
El Abbas Tahri Joutey Hassani
Tras más de una década de espera, por fin parece que la ansiada reactivación de la ruta marítima entre Tarfaya y Fuerteventura podría ser una realidad en los próximos meses —por no presumir «días»—; Canarias y Marruecos han mostrado su firme voluntad política para impulsar este corredor, que sin duda dinamizará las relaciones comerciales entre ambos territorios vecinos.
En las últimas reuniones entre altos cargos de ambos gobiernos, se ha podido conocer el estado actual de las negociaciones y los pasos que se darán para hacer posible de nuevo este enlace por mar, tan estratégico desde el punto de vista económico.
Este artículo analiza, con detalle, las claves de este proceso de reactivación de una ruta que, más de una década después de su suspensión, por fin parece encauzada para convertirse en un hecho; y suponer un relevante impulso al intercambio hispano-marroquí.
El Gobierno de Canarias, en Las Palmas, ha destacado que la reactivación de la línea marítima entre el archipiélago español y la ciudad de Tarfaya, en las provincias del sur del Reino, es una «prioridad» que persigue el Ejecutivo de Las Palmas.
En este sentido, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha explicado que el interés de Canarias por impulsar esta línea, que ya funcionó en el pasado, se debe a que es una herramienta para reforzar las relaciones de cooperación con Marruecos.
Fernando Clavijo ha considerado que la línea marítima, entre Marruecos y España, será una oportunidad idónea para que Canarias potencie las relaciones comerciales y económicas con Marruecos y otros países de la zona; a la par que dé respuesta a una demanda histórica.
El responsable español ha señalado, en el marco de una reunión de trabajo que mantuvo anteayer, jueves [11 de enero], con el secretario general del Ministerio de Transporte y Logística, Khalid Cherkaoui, en presencia de la cónsul general del Reino en Canarias, Fatiha El Kamouri, y una delegación hispano-marroquí de alto nivel, que «esta conexión marítima permitirá el transporte de mercancías y pasajeros de forma abreviada, siendo una oportunidad valiosa que jugará un papel importante en la comunicación entre Canarias y Marruecos».
Por su parte, el secretario general del Ministerio de Transporte y Logística, Khalid Cherkaoui, ha afirmado que esta línea marítima «reforzará las relaciones económicas, sociales y culturales entre Marruecos y Canarias; aumentando las oportunidades entre las dos regiones vecinas».
Khalid Cherkaoui ha añadido que el Gobierno marroquí ha invertido mucho en la infraestructura logística de los puertos, y ha destinado a lo largo de los últimos años enormes posibilidades; además de proporcionar las rutas marítimas para reforzar estos vínculos económicos y comerciales entre Marruecos y España.
La sede de la Presidencia del Gobierno de Santa Cruz de Tenerife acogió anteayer, jueves, una reunión sobre la activación de la conexión marítima entre Tarfaya y Fuerteventura, a la que asistieron, en particular, el director general de Relaciones con África, Luis Padilla; el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Lola García; la cónsul general de España en el Reino de Marruecos en Canarias, Fatiha El Kamouri; además de una importante delegación comercial integrada por el presidente de la Cámara de Comercio de Fuerteventura, el director de la Marina Mercante marroquí, Cherkaoui Khalid, secretario general del Ministerio de Transporte, y el comandante del puerto de El Aaiún.
Los representantes del gobierno canario mantienen la esperanza de que el renacimiento de la ruta marítima entre las islas y Marruecos permita la restauración de las relaciones comerciales debilitadas con su vecino del norte; a pesar de la cercanía geográfica entre el archipiélago y el Reino africano, que debería favorecer el florecimiento del intercambio de bienes, lo cierto es que el volumen de negocios se ha reducido a una cuarta parte desde el fallido intento de 2008 de conectar por vía acuática Canarias y Marruecos.
Cabría recordar que el barco 𝐴𝑠𝑠𝑎𝑙𝑎𝑚𝑎 enlazó los puertos de Fuerteventura y Tarfaya entre diciembre de 2007 y abril de 2008, cuando naufragó frente a la costa marroquí; los escasos cuatro meses que estuvo operativo antes del accidente, el comercio entre las islas y el reino alauí sumó 73,2 millones de euros. En comparación, durante todo el año 2022 —el más reciente con datos completos— las transacciones alcanzaron sólo 47,3 millones.
Es decir, el valor de los bienes intercambiados en 2022 fue un 35,4 % menor que el registrado en ese breve período inicial de 2008 cuando el 𝐴𝑠𝑠𝑎𝑙𝑎𝑚𝑎 surcaba sus aguas. En tan sólo cuatro meses de aquel año hubo más movimiento comercial que en los doce meses completos del último año disponible; si bien el volumen alcanzado en los primeros meses de 2008 no se debió exclusivamente a la ruta marítima, fue un factor clave para alcanzar esos niveles.
De hecho, 2008 sería el mejor año histórico para el comercio hispano-marroquí con un movimiento de 190,8 millones de euros. Salvo 2013, nunca se han repetido esas cifras.
Con 47,3 millones en 2022, las transacciones se sitúan un 75,2 % por debajo del récord de 2008, aproximadamente 140 millones de diferencia que las autoridades desean recuperar reactivando la conexión por mar.
«Esta es una enorme oportunidad de crecimiento económico», recalcó, el jueves, el consejero Pablo Rodríguez, tras reunirse las delegaciones de Canarias y Marruecos, lideradas por Fernando Clavijo y Khalid Cherkaoui, respectivamente.
Lleva más de 15 años paralizada, pero la reactivación de la ruta entre Fuerteventura y Tarfaya podría ser casi un hecho real; aunque ni Rodríguez, ni Cherkaoui ni la presidenta insular Lola García se atrevieron a pronosticar una fecha concreta para el reinicio, confiaron en que todo apunta a hacerlo realidad a mediados de 2024. «Confluyen las condiciones para operar la línea lo antes posible, en un plazo moderado», explicó el representante canario.
Si bien restan trámites y adecuaciones como obras portuarias en Fuerteventura para control aduanero, lo fundamental parece encaminado; sin ir más lejos, el objetivo de zarpar antes de que finalice este año podría verse complicado por estos trabajos pendientes. No obstante, la voluntad de las partes es firme para aprovechar la ocasión y dinamizar, así, una relación comercial estratégica que durante lustros ha estado estancada.
De momento, y a la espera de esas obras menores pendientes, tanto el puerto de Fuerteventura como el de Tarfaya reúnen las condiciones para hacer de la ruta un éxito, a tenor de lo que afirmó Rodríguez; de hecho, ambas infraestructuras podrían empezar a operar la línea «desde ya».
El puerto marroquí ya nada tiene que ver con el del naufragio del 𝐴𝑠𝑠𝑎𝑙𝑎𝑚𝑎, como destacó Cherkaoui, resaltando las inversiones realizadas en Rabat para su mejora. El representante marroquí tiene claro que la reactivación supondrá un antes y un después a nivel cultural, social; y, «por supuesto, económico, y comercial».
Ahora el proyecto cuenta con dos empresas, 𝐻𝑎𝑚𝑖𝑙𝑡𝑜𝑛 y 𝐺𝑟𝑢𝑝𝑜 𝑁𝑒𝑤𝑝𝑜𝑟𝑡, que han pasado de las palabras a los hechos y están dispuestas a operar y gestionar de forma conjunta la ruta renovada; ambas compañías son conscientes del potencial de la línea entre Fuerteventura y Tarfaya, como demuestra el margen de crecimiento que queda por delante en las relaciones hispano-marroquíes.
Por todo ello, lo fundamental para que la reanudación parezca por fin inminente es la voluntad del gobierno marroquí; éste se ha comprometido a agilizar cuanto antes las autorizaciones necesarias, en un clima de entendimiento bilateral hispano-marroquí.
Es de resaltar que Tarfaya se ubica en la provincia homónima del suroeste marroquí, casi fronteriza con lo que Rabat denomina sus Provincias del Sur; es decir, el Sáhara marroquí, propiamente dicho.
Un obstáculo superado parece ser el desmantelamiento del 𝐴𝑠𝑠𝑎𝑙𝑎𝑚𝑎, encallado frente a Tarfaya desde 2008; el consejero recordó que sobre este asunto nada pueden hacer las autoridades canarias, correspondiendo a la naviera o sus aseguradoras.
No obstante, en 2019 Marruecos condicionó la reanudación a la retirada de los restos, exigencia que aún no se ha cumplido; pero de conformidad con Rodríguez, esto ha dejado de ser un requisito indispensable, habiendo encontrado «total predisposición» por ambas partes.
Lo que queda claro e innegable es la firme voluntad de Canarias y Marruecos para impulsar este corredor marítimo, reactivando así las relaciones comerciales entre ambos territorios tras más de una década suspendidas; sólo restaría limar algunos flecos técnicos para hacer realidad un anhelo que promete beneficios económicos y geoestratégicos a medio y largo plazo.
