Rue20 Español/ Alhucemas
El Abbas Tahri Joutey Hassani
Marruecos ha sido invitado por la República de Corea a la próxima cumbre que se organiza los días 4 y 5 de junio en Seúl; siendo un encuentro en el que participarán los países africanos reconocidos por la ONU como Estado.
Sólo los países africanos reconocidos por la ONU han sido invitados a participar en esta cumbre; se trata de un encuentro entre la República de Corea y los países africanos «que responden a los criterios de un verdadero Estado», indica explícitamente nuestra fuente.
En otros términos, los separatistas a sueldo de Argel no tendrán derecho a estar presentes en este encuentro, donde Marruecos estará representado por una importante delegación. En Seúl, los gobiernos de la República de Corea y del Reino de Marruecos deberían proceder a la firma de acuerdos de cooperación en varios ámbitos, ha añadido la misma fuente.
Argel no cesa de continuar su estrategia de odio contra el Reino; en noviembre pasado, el presidente de la Cámara de Representantes, Brahim Boughali, había recibido al embajador de la República de Corea, You Ki-jun para persuadirlo de acoger a las milicias separatistas del polisario, en el evento. Le pese a quien le pese, la respuesta hoy es clara y sin rodeos; ¡ninguna entidad títere en la lista de invitados a Seúl!
No obstante, la cuestión del Sáhara marroquí ya había sido abordada en Argel durante una reunión entre el embajador coreano y el ministro argelino de Comunicación. Corea, que ahora ocupa un puesto de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU para un mandato de dos años, apoya una solución política duradera y mutuamente aceptable para el expediente del Sáhara marroquí; una posición expresada durante la 7ª sesión de la Comisión Mixta Marruecos-Corea en Seúl en 2018.
Seúl quiere eludir el desafortunado episodio de la última Cumbre de la TICAD, donde Japón se vio avergonzado por la presencia del frente separatista cuya delegación fue invitada unilateralmente por Túnez —país anfitrión— sin su visto bueno; en consecuencia, el gobierno japonés tuvo que reaccionar oficialmente para recordar que no reconoce a la «pseudo-RASD».
La República de Corea quiere soslayar este tipo de incidentes, invitando únicamente a los Estados reconocidos como tales. Seúl quiere estrechar los lazos económicos con África para hacerse un hueco más importante en un contexto de fuerte competencia internacional sobre las potencialidades que ofrece el continente africano.
Los vínculos entre Marruecos y Corea se remontan a mucho antes de la independencia de Argelia; desde entonces, estas relaciones han experimentado una evolución positiva y no han dejado de florecer, lo que demuestra el compromiso de ambos países por reforzar su colaboración a lo largo del tiempo. También se caracterizan, por ello, por una cooperación en diversos ámbitos, especialmente diplomático, económico y cultural. Asimismo, se concretan en acuerdos bilaterales destinados a intensificar la cooperación en materia de inversiones y reforzar los intercambios económicos entre ambas naciones.
La participación de Marruecos en este evento subraya el reconocimiento de la diplomacia marroquí por su compromiso constante con el respeto de los principios internacionales y la soberanía de los Estados; es, por igual, la ocasión de compartir su experiencia, explorar nuevas oportunidades económicas y reforzar su papel clave en África. Esto le sienta bien a la República de Corea que busca intensificar sus vínculos económicos con África en general, con el fin de reforzar su posición en un contexto de competencia internacional; de forma que esta estrategia posiciona especialmente a Marruecos en los planes coreanos.