Rue20 Español/ Fez
Walid El Moumen
El suelo marroquí demuestra que es un lugar apto para la cultivación de árboles de aguacate. La popularidad de la fruta dentro y fuera del país, lo ha convertido en un actor importante en el mercado mundial, mientras su capacidad para conseguir altos precios ha impulsado un incremento constante en las exportaciones año tras año.
Los aguacates son un cultivo sediento, que necesita mucha agua. En ese sentido, Abdellah Elyamlahi, presidente de la Asociación Marroquí de Exportadores de Aguacate, afirma que las regiones del norte de Marruecos tienen importantes reservas de agua que han impulsado la producción agrícola.
«La región norteña de Marruecos sufre precipitaciones y existen importantes reservas de agua, a diferencia del sur de Marruecos, como Agadir y el Sahara. El 20% del aumento de la producción se debe al crecimiento de las fincas», asegura Elyamlahi.
Sin embargo, la grave situación que está viviendo Marruecos en respecto a la severa sequía que quedó por su sexto año, podría perjudicar ese récord productivo. El uso razonable de las reservas que poseen los embalses, y la política gubernamental adoptada para enfrentar a ese dilema, pues, podrían tener un impacto negativo a nivel de la producción del aguacate.
De momento, a pesar de los problemas de escasez de agua, el sector del aguacate del país ha demostrado resiliencia, según «Africanews».
El año pasado, la cosecha alcanzó 40.000 toneladas, el 90% de la variedad Hass. En cuanto a esa temporada, la producción de aguacate en Marruecos podría alcanzar las 60.000 toneladas, subraya Elyamlahi.
un gran desarollo en la producción agrícola, pero con riesgo de escasez del agua.