Rue20 Español/ Rabat
Walid El Moumen
Con arreglo a un futuro mundo multipolar, el Reino de Marruecos quiere formar parte de esa nueva estructuración que está presenciando la economía mundial. Marruecos aspira a liderar África occidental, mediante la creación de un nuevo bloque económico junto con Mali, Chad y Níger; los tres países sahelianos que han roto sus vínculos con la CEDEAO.
Tender la mano a estos tres países que acaban de poner fin al viejo régimen profrancés es un pitido inicial de una nueva era en la región; y la proposición de alianza por parte del Reino constituirá un desarrollo importante que podría tener un impacto significativo sobre la economía marroquí, que tiene como objetivo irradiarse desde la fachada atlántica.
La respuesta positiva de los países del Sahel a la cumbre de Marrakech, celebrada ese 23 de diciembre, es una prueba de la influencia del Reino jerifiano en el Sahel; una repercusión indeseable por el régimen militar de Argel que cada día pierde terreno a favor de Rabat, sobre todo con el paro del motor de la diplomacia argelo-maliense.
«En cuanto a influencia, Marruecos busca posicionarse como un actor importante en la región. El Reino jerifiano ya es un socio importante de la CEDEAO, pero esta alianza le permitiría reforzar sus vínculos con los países del Sahel», afirma «Maliactu».
En realidad, la alianza con Marruecos aportará varios beneficios a los países del Sahel, sobre todo cuando se trata de la lucha contra el terrorismo. Marruecos es un país de gran experiencia en el ámbito de seguridad, que podría contribuir a establecer la paz e infundir estabilidad en un Sahel lleno de movimientos yihadistas.
¡Sin embargo, siempre hay riesgos! Marruecos tiene que saber por el momento una relación equilibrada entre los tres países del Sahel y CEDEAO, que condenó todos los golpes de estados en estos tres países.
Pero, la política racional de Su Majestad el rey Mohammed VI siempre tiene una previsión; esto se puede reflejar en las buenas relaciones del Reino con los estados miembros de la CEDEAO, como Senegal y Costa de Marfil.
Es que Marruecos quiere ir mas allá en la política de Cooperación Sur-Sur. La iniciativa real de convertir la fachada atlántica en un espacio de conectividad y competitividad quiere comprender otros países, entre otros, Mauritania y los del CEDEAO.
Marruecos tiene decidido que el proyecto del gasoducto Marruecos-Nigeria sea un éxito que enorgullece a todo el continente; por eso, no estará dispuesto a arruinar sus relaciones con los Estados miembros de este bloque.
Es de destacar que Marruecos había presentado una solicitud para unirse a la CEDEAO el 27 de febrero de 2017; sin embargo, la retiró en condiciones desconocidas, antes de emitir la decisión final en 2018.