Rue20 Español/ Rabat
Walid El Moumen
El Año Nuevo (2024) plantea varios problemas y desafíos para España. El sector de la pesca se ha convertido en una verdadera obsesión por parte de los vecinos. Un miedo que se debe erradicar lo antes posible.
Esta situación preocupante, está vinculada con Marruecos, la gran potencia africana en la producción de pescado, que ofrecía 93 licencias a barcos españoles de Andalucía, Canarias y de Galicia.
Se trata de la caducidad del acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos en el pasado julio. Un acuerdo controvertido que estaba a punto de la suspensión en 2021, a causa de la crisis provocada por el caso Ghali y la ola migratoria que invadió la ocupada Ceuta.
De momento, el país ibérico tiene miedo de la resolución que adoptará Bruselas en cuanto a sus intereses en las costas marroquíes. La renovación podría ser obstaculizada por un dictamen del Tribunal de Justicia de la UE.
«Su renovación depende de una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, prevista para 2024, sobre el recurso europeo contra otro dictamen de 2021 en el que los jueces comunitarios anularon el acuerdo por no tener en cuenta los intereses saharauis», afirmó Efeagro.
En realidad, la cuestión está más complicada de lo que se piensa, puesto que, si el dictamen esperado se aprobaría, será muy difícil renovarlo con los caladeros del Sáhara, en cuyas costas faenaban los barcos comunitarios españoles, según la misma fuente.
Bruselas sostuvo que el pacto anulado con Rabat no afecta su posición sobre el Sáhara. Sin embargo, la justificación de la comisión afirma el contrario.
Esa tensión cocinada en discreción, llevó los medios españoles a hacerse eco de la inquietud generada en el sector pesquero español, porque el vecino norteño será el primer afectado por las consecuencias económicas derivadas de su no prorrogación.
Para Marruecos, su reto consistirá en encontrar a otro cliente alternativo. Y al parecer, ese asunto ya está contemplado desde hace mucho tiempo, gracias a la previsión de Su Majestad el Rey Mohammed VI.
«De aquí nuestro afán de acondicionar el espacio litoral nacional, donde se incluye la fachada atlántica del Sahara marroquí, junto con la estructuración de este espacio geopolítico, a nivel africano», dijo el Rey, agregando que «estamos empeñados en acabar la realización de los megaproyectos que se están llevando a cabo en nuestras provincias del sur, así como disponer los servicios e infraestructuras relacionados con el desarrollo humano y económico, además de establecer la conectividad entre los distintos componentes del litoral atlántico y facilitar los medios de transporte y plataformas logísticas, sin olvidar de pensar en la formación de una flota marítima comercial nacional, fuerte y competitiva».
A partir de lo mencionado, y la inmediata respuesta positiva de los países del Sahel traducida en la Reunión de Marrakech, el 23 de diciembre pasado, se puede decir que Marruecos apostará por los países del Sahel.
Una iniciativa que promueve la cooperación Sur-Sur, y consolida los esfuerzos de la gira Real que llevó a cabo el Rey Mohammed VI en África entre febrero y marzo de 2014.
