Rue20 Español/ Tetuán
Mohamed Charbi
El Departamento de Estudios Hispánicos de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de Tetuán (Universidad Abdelmalek Essaadi) organizó este martes, 19 de diciembre de 2023, un homenaje póstumo al difunto hispanista marroquí Dr. Abdelkader Bousfanj (D.E.P.), una de las figuras más destacadas del hispanismo en Marruecos.
En este homenaje póstumo participaron varios hispanistas marroquíes: Dr. Abderrahman El Fathi, Dr. Zakaria Charia, Dr. Allal Ezzaim, Dra. Nadia Lachiri, Dr. Azeddine Ettahri, Dr. Adil Ben Abdellatif, Dr. Mohamed Ouakil, Dr. Mimoun Aziza, etc.
Además de la participación de la familia del difunto Abdelkader Bousfanj: Kaltoum El Hammouti (su esposa), Hanae Bousfanj (su hija), Sami Bousfanj (su hijo),…
El evento contó también con la participación del Consejero de Educación de la Embajada de España en Marruecos, Lorenzo Capellán de Toro.
Al evento asistieron también los estudiantes del Máster «Marruecos, España y América Latina: Comunicación, Gestión Cultural y Diplomática», del Departamento de Hispánicas de Tetuán.
Con motivo de este homenaje póstumo, muchos hispanistas marroquíes aprovecharon esta ocasión inolvidable para destacar la figura sui géneris del hispanismo marroquí, Abdelkader Bousfanj.
Testimonio del Dr. Saïd Sabia, profesor y amigo de Abdelkader Bousfanj:
«Abdelkader me enseñó mil cosas.
No se sorprendan.
Él me enseñó a mí mil cosas.
Muchísimas más de las que yo le enseñé a él.
Diré unas cuantas de ellas y si no se aprecia mi reconocimiento y mi gratitud hacia él a través de mis palabras, será porque no me resulta fácil expresar ese reconocimiento y esa gratitud.
Abdelkader me enseñó que “un profesor trabaja para la eternidad” y que ni él ni nadie “puede decir nunca hasta dónde llega su influencia”.
Abdelkader repetía estas palabras de Brooks Adams para reconocer el papel de los buenos profesores y su influencia en sus alumnos y, a través de éstos, en las siguientes generaciones.
Lo que Abdelkader me enseñó también, quizás sin saberlo o, si lo sabía, tenía la elegancia y la modestia de no mostrarlo, es que la influencia de un alumno, la influencia de un buen alumno en su profesor, ni él ni nadie puede decir nunca hasta dónde llega.
Y Abdelkáder no era solo bueno como alumno.
Era excelente.
Generoso y benevolente con sus compañeros.
Generoso y benevolente con sus profesores.
Sí, con sus profesores. Era generoso e indulgente conmigo cuando yo fallaba.
Me imagino que hacía lo mismo con sus demás profesores y no sé si ellos tendrán la honestidad intelectual de reconocerlo, pero en muchas competencias y habilidades, podía perfectamente estar donde estábamos e incluso hacerlo mejor que muchos de nosotros.
Era elegante en su forma de ser y de estar, en su forma de aprender y de enseñar, en su forma de perdonar, y elegante en dejarnos bien cuando no estábamos o no habíamos estado bien.
Sus hijos deben saberlo y recordarlo siempre. Era el alumno al que todo buen profesor le encantaría tener.
Yo tuve esta suerte y este honor.
Supongo que a los que no conocían bien a Abdelkader les sorprenderá, quizás, que un profesor suyo diga de él estas cosas.
Sepan los que no lo conocían que Abdelkader era esto que digo de él y mucho más.
Abdelkader, y otros dos magníficos compañeros suyos me hicieron el honor de confiarme la co-dirección de sus tesis.
Los tres me dieron la alegría de doctorarse con todos los honores, la alegría de aprobar oposiciones para ejercer en la universidad, y la alegría de hacerlo, como lo estuvo haciendo hasta que nos dejó.
Fue un honor tenerlo como amigo.
Me honró con su amistad, me honró diciendo de mí que conmigo aprendía algo.
Me honró poniéndome el apodo de “el aguijón” (no recuerdo como lo decía él en rifeño) porque no paraba de empujarlo y animarlo para que siguiera con la tesis sobre todo cuando las fuerzas, o las ganas, no acompañaban.
Y me honró, presentándome a su familia, y hoy sus hijos me honran y me hacen feliz llamándome «tito».
Gracias, Abdelkader».
Testimonio de Kaltoum El Hammouti, esposa de Abdelkader Bousfanj:
«Quisiera expresar mi más sincero agradecimiento a los profesores, Fathi Abderahman y Charia Zakaria que hicieron posible la realización de este homenaje, y asimismo agradezco a todos los profesores del departamento de hispánicas, y los estudiantes del máster: Marruecos, España y América Latina: Comunicación, Gestión Cultural y Diplomática.
Un especial reconocimiento merecen, mi querida hija, Hanae Bousfanj, y su sublime amiga Rania Caid Boukaddour por esta gran labor, que tras unirnos aquí, en este gran día, han conseguido sacar un aire lleno de amor y ternura.
Abdelkader Bousfanj era un rifeño hecho y derecho, un encanto de persona, una virtud en mayúscula, era un líder influyente, tenía pasión por ayudar, transmitir y motivar, a todas las personas que rodean su entorno, familiares, estudiantes, amigos, vecinos, etc. Un líder que poseía el arte de sacar lo mejor que llevan las personas. Y sin descartar esa virtud que tenía plasmada en su ser, de sembrar sabidurías, amor y alegría, donde vaya.
Abdelkader, como profesor era impecable, adoraba su trabajo y a sus estudiantes, incluso les llamaba «mis hijos».
Como hijo, era ejemplar, era un estudiante brillante, amable, adoraba la lengua española desde su pequeñez.
Como padre era cariñoso, justo y un gran luchador, adoraba a sus hijos.
Como marido, era un hombre ideal. He pasado con él mis mejores años, era, es y será siempre mi primer y eterno amor, y yo también era su primer amor .Nos hemos conocido siendo muy jóvenes, él con 17 años y yo con 14 años. Hemos pasado la adolescencia juntos, luego los estudios nos separaron un par de años y después nos juntó la facultad, y fuimos casados 25 años.
La idea que me mantiene en pie y de donde saco mis energías para vivir y sacar a mis hijos adelante, es que mi querido Abdelkader sigue vivo en mí y que su alma está esperándome en un lugar maravilloso».
Testimonio de Sami Bousfanj, hijo de Abdelkader Bousfanj:
«Hoy nos reunimos aquí, para rendir homenaje a mi querido padre Abdelkader Bousfanj, quien dedicó su vida a la enseñanza del español como lengua, cultura y literatura.
Primero, quiero agradecer al Departamento de Hispánicas de Tetuán y especialmente a los estimados profesores, el doctor Fathi Abderrahman y el doctor Charia Zakaria, y a las excelentes masterandas, mi apreciada hermana, Hanae Bousfanj y su amable amiga y compañera, Rania Caid Boukaddour, por la maravillosa idea de preparar un homenaje póstumo a la memoria de mi querido padre.
Es un gran placer para mí estar hoy aquí, junto a mi familia y los queridos amigos y maravillosas personas que conoció mi padre a lo largo de su vida.
Mi padre amaba escribir y dar discursos, y heredé ese amor que tenía por la redacción. Para mí, no solo era mi padre, lo veía más como un amigo, un amigo que me enseñó a amar la vida en todo tipo de situaciones, a enfrentar los desafíos de la vida, a vivir cada día como si fuera el último porque la vida es muy corta y debemos invertir nuestro tiempo encima de esta roca de la mejor manera posible. Él es ese amigo que siempre estaba ahí para mí, para apoyarme y aconsejarme.
Mi padre fue un hombre de gran sabiduría y generosidad. Siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás, tanto en su vida personal como profesional. Mi padre trabajó muy duro para ser la persona que todos conocimos, años de trabajo y sacrificio con mucha humildad y paciencia, y gracias a él y a su experiencia en la vida, mi familia y yo conseguimos entender la importancia de seguir luchando y avanzar cada día más hacia nuestros objetivos, y nos sentimos muy orgullosos de él y de su legado, si él estuviese aquí hoy, diría a cada uno presente aquí que siga luchando y disfrutando porque nada es imposible.
Recuerdo cuando yo era pequeño y salíamos juntos. Él siempre estaba dispuesto a pasar el día completo conmigo, su hijo, caminando, aprendiendo y disfrutando de la vida. Mi padre me enseñó a apreciar la belleza del mundo natural. Me enseñó a disfrutar de los pequeños detalles de la vida. Gracias a él, soy una persona más feliz y más completa.
Mi padre siempre estará en mi corazón. Su legado seguirá vivo a través de mí, mi familia y de todos los estudiantes a los que enseñó».
Testimonio de Hanae Bousfanj, hija de Abdelkader Bousfanj:
«Hoy estoy aquí no solo como parte de esta comunidad académica, sino como la hija agradecida de un hombre extraordinario que compartió su sabiduría con todos nosotros, y como siempre suelo decir, me tocó la lotería teniendo ese maravilloso hombre como padre. Su partida deja un vacío que nunca podrá ser llenado por completo, pero hoy, en lugar de enfocarnos en la tristeza de su ausencia, opto por celebrar la vida de un apasionado hispanista, un hombre que dedicó su existencia a la exploración y difusión de la riqueza de la cultura hispana.
Mi padre no solo fue un educador apasionado, sino también un ser humano excepcional que dejó una marca imborrable en el corazón de quienes lo conocieron. Y como ya dijo mi querido hermano, él nunca ha sido solo un padre para nosotros, fue nuestro amigo, compañero y hermano mayor, personalmente tenía una relación muy especial con él, mi papá cariño es esa primera persona de la que aprendí lo que es el amor incondicional, es ese hombre que me enseñó la importancia y el valor que se debe dar a la familia.
Siempre recordaré a mi padre como un explorador incansable, siempre ansioso por descubrir nuevas facetas de la lengua y la cultura que tanto amaba. Su entusiasmo y energía eran contagiosos, y su amor por el conocimiento motivaba a otros a embarcarse en sus propias travesías intelectuales.
En un día como este me despedí de mi amado padre, pero su legado vive en cada corazón que él tocó con su pasión por la cultura hispana, en cada palabra que pronuncio hoy en español, ya que mis hermanos y yo también aprendimos a hablar en español desde muy pequeños solo en casa, aprendimos el español junto a nuestra lengua materna el rifeño antes que el darija. El amor que tengo hoy por el mundo del hispanismo es gracias a él. Sigamos adelante recordando sus lecciones, inspirados por su dedicación y compromiso con un mundo más conectado a través del idioma y la comprensión cultural.
En estos momentos, no puedo evitar recordar las lecciones de vida que él me enseñó, las risas compartidas y el amor incondicional que siempre brindó. Cada uno de nosotros lleva consigo un pedacito de la influencia de mi padre, ya sea en nuestras trayectorias académicas o en la forma en que abrazamos la vida.
Hoy, al rendir homenaje a su memoria, celebramos no solo sus logros profesionales, sino también su humanidad. Su legado vive en cada uno de nosotros, en cada acto de bondad y en cada paso que damos hacia el conocimiento.
Descansa en paz, querido papá. Tu luz seguirá guiándome mientras continúo explorando y celebrando la hermosa diversidad de la lengua y la cultura hispanas que tanto amabas».
Testimonio del Dr. Abdellatif Limami, amigo de Abdelkader Bousfanj:
En el mismo sentido, el profesor e hispanista marroquí Dr. Abdellatif Limami escribió un poema titulado Elegía póstuma, en homenaje a Abdelkader Bousfanj:
Elegía póstuma
Al compañero del alma: Abdelkader Bousfanj
Ayer perdí a un amigo.
Ayer perdí a un colega.
Permítanme por una vez,
que sea un cantor o un poeta.
Y que convierta mi tristeza,
en pobres y enanas palabras
que sostienen
gigantescas vivencias
Porqué esta despedida tan temprana
Y el eclipse
De esta voz tan lozana.
Es que de repente,
y como un relámpago,
se me fue tu aliento
Y tu firme sonrisa de rifeño
Como el poeta hortelano,
te lloré compañero.
Pero no escarbé la tierra,
ni intenté regresarte.
Es que tu alma permaneció erguida
en la altura de tu sagrada sierra.
De mi humilde persona,
sacaste lo que podías sacar,
y lo que con esmero te podía inculcar.
Pero tan pronto surgió tu pluma,
cargada de una sabiduría,
a la que, como amigo y colega,
me convidaste a estreñir con cariño,
y a cultivar con esmero.
Y desde entonces,
la sabiduría ya no tenía dueño,
sino, y como dijo el duque,
un mísero leño, destrozado y roto,
y en el cual buscábamos cobijo,
como sabios y huérfanos
de nuestro cerebral vericueto.
Al fin y al cabo,
entrañable amigo,
qué más da,
si con mi voz aprendiste a crecer
y con la tuya aprendí a renacer.
Renací incluso entre los tuyos,
que me abrieron sus brazos.
Era,
lo recuerdo,
y sin ser cristiano,
como la última cena que tuvimos juntos,
eternizada por la herencia que dejaste:
padre, madre, hijo,
y una estrella del hispanismo,
que va al compás de tu bandera.
Bendita será su palabra,
que irá más allá,
del majestuoso vuelo del águila.
Que descanses en paz hermano,
si arraigadas están tus raíces,
en la tierra, en sus profundidades,
y en el saber de nuestras universidades.
Es que lo que dejaste escrito,
nunca lo borrará el tiempo.
Tampoco eclipsará,
el cariño que te tengo.
Testimonio del Dr. Allal Ezzaim, amigo de Abdelkader Bousfanj
A su vez, el profesor e hispanista marroquí el Dr. Allal Ezzaim escribió otro poema titulado ¡Ay, otoño!, en homenaje a Bousfanj:
¡Ay, otoño!
Avinagrado avanzas y ríspido
Por rendijas y boquetes te filtras
El bosque alteras, el campo y el cielo
De frutas que el verano ameniza
No dejas sino huesos y nudillos
De amarillo arropas al viñedo
Para luego desnudarlo
De tanta desdicha que me traes
Ya hoja girando me veo en tu vacío.
A vísperas de marcharte esta vez
Acicalado el mirar de gavilán el zarpazo
Al improviso diste con un querido
Así de mi gremio quieres despedirte
Echándonos en boca del invierno
De tu sablazo desprevenidos
Calor del sol nos hará falta
Calor de una delicada presencia
De una voz entrañable un abrazo y la sonrisa
De quien la súbita ausencia
Resquiebra proyectos citas y sueño
¡Que tu alma Dios tenga en paz, Abdelkader!
En humo estalla de dolor mi palabra
Cuando el móvil el oído zarandea
Y la voz enmudeció
De azufre el olor envuelve el aire
Del corazón sube la presión
A gotitas inmoviliza los párpados
Y en chasquido abre el paladar
Tal árbol herido que se derrumba.
Perder al asiduo y disciplinado en el deber
Al brillante colega y amigo luego
Perder a quien ama la vida más que tú.
¿Qué te queda por el camino que hacer?
El dolor nos vigoriza, Elías
Por más hondo que fuera
Fe tengo y confío en que serás fuerte
Firme y audaz
Como a Abdelkader conocí
Amigo de la letra y honrado viajero
Hondo el mirar y sincero.
Cabe recordar que Abdelkader Bousfanj nació el 1 de diciembre de 1964, en Beni Nsar (Nador); y murió el 19 de diciembre de 2019 en Mequínez.
En 1988, Bousfanj obtuvo la licenciatura en Estudios Hispánicos por la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Sidi Mohamed Ben Abdellah de Fez.
Dos años después (1990) fue diplomado por la Escuela Normal Superior de Tetuán (Certificado de Aptitud para la Enseñanza del español como lengua extranjera).
En 2007, consiguió el Diploma de Estudios Superiores Profundizados (DESA), Unidad de Formación e Investigación: UFI Didáctica y Cultura Ibérica, Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Universidad Sidi Mohamed Ben Abdellah de Fez.
En 2014, obtuvo el doctorado por la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Mohamed V de Rabat, Centro de Estudios Doctorales Hombre y Espacio en el Mundo Mediterráneo, con el tema «Semiología del personaje en la narrativa de la inmigración».
En cuanto a su actividad profesional, Bousfanj trabajó como profesor de enseñanza secundaria desde el año 1990 hasta el año 2014.
Trabajó también de profesor interino del Departamento de Estudios Hispánicos de la Facultad Pluridisciplinar de Nador de la Universidad Mohamed Primero, desde 2006 hasta 2014.
Asimismo, trabajó como profesor interino de Español Lengua Extranjera (ELE) en el Instituto Cervantes – Aulario de Nador – (2003-2013), y en el Aulario de Mequínez (2016-2019).
Además, el gran hispanista marroquí Bousfanj ha sido profesor titular de Literatura y Teoría Literaria del Departamento de Estudios Hispánicos de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Mulay Ismail de Mequínez, desde 2014 hasta su muerte (2019).
Bousfanj ha sido también profesor a tiempo parcial en la Universidad Euro-Mediterránea de Fez (2016-2018) y en la Universidad Al Akhawayn de Ifrane (2018-2019).
En lo que se refiere a las actividades culturales, Abdelkader Bousfanj participó en varios seminarios, jornadas, coloquios y congresos nacionales e internacionales.
Hablando de las publicaciones, Bousfanj publicó una serie de artículos sobre distintas temáticas.