Rue20 Español/ Mohammadia
Toufiq Slimani
«Creo que lo mejor para España es que a Marruecos le vaya bien. Y lo mejor para Marruecos es que le vaya bien a España. Lo que tenemos que hacer es seguir construyendo puentes y reforzar las relaciones y trabajar diariamente para que esta relación sea positiva para todos».
Así lo reafirmó Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España desde 2004 hasta 2010, en una entrevista concedida a Rue20 Español el pasado noviembre. Una reflexión de sumo interés lanzada por un diplomático experimentado quien ha dedicado su vida profesional a promover el diálogo entre los pueblos, el multilateralismo eficaz y el desarrollo sostenible.
El tercer viaje más importante de José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, a Marruecos desde su nombramiento en el Gobierno de Coalición en julio de 2021 por Pedro Sánchez procedente de la embajada española en Francia, va en paralelo con la reflexión de su maestro Moratinos.
La visita oficial de dos días que realiza Albares a Rabat a partir de hoy, tiene como objetivo seguir construyendo puentes y reforzando las relaciones y trabajar diariamente para que esta relación sea positiva para todos como dijo Moratinos.
Tras su nombramiento como ministro de Exteriores en sustitución a González Laya, Albares dio la prioridad al restablecimiento de la confianza perdida por el ‘Caso Gali’ y a la buena relación con el “gran vecino y amigo”, Marruecos.
En aquel entonces Albares subrayó que “el primer viaje a un país tan importante para España como Marruecos es muy importante, pero igualmente son importantes un segundo y un tercer viaje. La diplomacia es abrir caminos para construir confianza y solidez”. Y así fue.
En julio de 2021, Sánchez tomó la decisión de remodelar su Gobierno y echar fuera a su exministra de Exteriores, Laya González. Laya fue la señalada tras la entrada clandestina del líder del Polisario, Brahim Gali, a Zaragoza por la noche. Sánchez sacrificó a Laya para superar la crisis con Marruecos.
Albares fue el elegido para solucionar el desentendimiento. Un diplomático muy experimentado, cercano a la élite francesa y afrancesada. Un diplomático que conoce Marruecos y la élite marroquí.
Afortunadamente, la receta de Albares funcionó. En realidad Albares llevó a la práctica la receta del Estado español. Marruecos pidió una postura atrevida y clara a la Moncloa. La primera respuesta indirecta fue reacia y se quiso seguir viendo con las viejas gafas al vecino del sur. Pero el mismo Albares era consciente de la necesidad de saber interpretar el nuevo orden regional. Y así lo expresó a Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, antes de la reconciliación.
«Yo me quiero llevar bien con tu país, pero, por encima de eso, me quiero llevar bien con el mío», dijo Albares, en una de sus primeras conversaciones telefónicas (aún no se habían visto personalmente), a su colega marroquí, Naser Burita, el 28 de noviembre de 2021.
Fue el punto de partida hacia la reconciliación. Sin embargo, es necesario mencionar la importancia y el impacto positivo de la decisión estadounidense de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara, el 10 de diciembre 2020, en la decisión española. La decisión americana no era arbitraria ni mucho menos superficial, sino después de manejar muchas informaciones. Estamos hablando del Estado más informado del mundo, más poderoso en materia de inteligencia de seguridad, estrategia e artificial.
La apuesta americana por la integridad territorial de Marruecos es una apuesta, en el fondo, por la legitimidad jurídica e histórica, por la estabilidad, por la seguridad, y en contra del separatismo, de la expansión rusa por la región por la puerta de Argelia.
Después, vino la decisión alemana de respaldar el Plan de Autonomía para el Sáhara. España siguió los pasos de Alemania y EEUU. En enero de 2022, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, mandó una carta en la que calificó el Plan de Autonomía como «buena base» para resolver el conflicto del Sáhara. «Alemania considera el plan de autonomía presentado en 2007 como un esfuerzo serio y creíble, y buena base para llegar a un acuerdo en este conflicto regional», dijo el Palacio Real Marroquí.
Ahora viene el tercer viaje más importante de Albares a Marruecos en un buen momento y de forma de las relaciones hispano-marroquíes, pero en un mundo de fragmentación y un panorama geopolítico mundial y regional muy tenso. Que Albares opte por Marruecos es su primer viaje al exterior en la nueva legislatura es una señal carga de simbolismo, pragmatismo y realismo.
El primer viaje más importante de Albares a Marruecos fue en el día 7 de abril de 2022 en pleno Ramadan. En aquella noche se adoptó la hoja de ruta hispano-marroquí tras la reunión del Rey Mohammed VI y Pedro Sánchez en el Palacio Real de Rabat.
La hoja incluyó 16 puntos muy importantes. Y destaca el primer punto que subrayó que «España reconoce la importancia de la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos, así como los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos en el marco de las Naciones Unidas para encontrar una solución mutuamente aceptable. En este sentido, España considera la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria, realista y creíble para resolver este diferendo».
En 18 meses, los dos países han logrado abordar la mayoría de los puntos. Pero hay 3 puntos/ dossieres que todavía no se han abordado de una manera suficiente.
El tercer punto insistió en «la plena normalización de la circulación de personas y de mercancías se restablecerá de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo». Algo que todavía no se ha logrado. España sigue esperando la reapertura de la aduana de Melilla y la inauguración de la Aduana de Ceuta.
El sexto punto hace referencia a «la reactivación del grupo de trabajo sobre delimitación de espacios marítimos en la fachada atlántica, con el objetivo de lograr avances concretos». Por el momento no se notan esos avances concretos.
El séptimo punto habla del arranque de «conversaciones sobre la gestión de los espacios aéreos». Hubo algunas señales en la prensa, pero no hay una confirmación oficial.
El segundo viaje más importante de Albares a Rabat fue en febrero de 2023 con motivo de la XII reunión de alto nivel hispano-marroquí los días 1-2 de febrero en Rabat. En los dos viajes Albares acompañaba a Sánchez. Aquella reunión se culminó con una declaración conjunta final compuesta de 74 puntos. Esa declaración fue una versión más detallada de la Declaración de Rabat del 7 de abril de 2022.
El tercer viaje de Albares hoy a Marruecos es fundamental a pesar de la ausencia de Pedro Sánchez. En los dos anteriores viajes Albares acompañó a Sánchez. Hoy llega sólo. Pero la agenda es de gran relevancia.
Albares quiere regresar a España mañana por la tarde con buenas noticias. La prioridad prioritaria de este viaje será «la plena normalización de la circulación de personas y de mercancías se restablecerá de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo».
La prioridad secundaria es abordar la delimitación de espacios marítimos en la fachada atlántica, con el objetivo de lograr avances concretos. Albares quiere tranquilizar al Gobierno de Canarias.
Tercero, Albares aspira a seguir reforzando la cooperación con Rabat en materia migratoria y la lucha antiterrorista en plenas crisis políticas, sociales y económicas en la región del Sahel, y la escalada militar israelí contra los palestinos en Gaza.
Cuarto, la economía preocupa y ocupa al Gobierno español. España busca la facilitación de los intercambios económicos y las conexiones. Marruecos es una oportunidad para los españoles como país emergente y puerta hacia África.
Quinto, la Organización conjunta del Mundial de 2030 exige más cooperación y coordinación. Pero los españoles pujan por los proyectos millonarios que lanzó Marruecos para mejorar sus infraestructuras, ferrocarriles, instalaciones deportivas,…
Además, este viaje puede servir para preparar la próxima visita de Sánchez a Marruecos. Sánchez ya tiene una invitación del rey Mohammed VI, pero todavía no se fijó la fecha.
El aterrizaje de Albares hoy en Rabat tras la investidura del nuevo Gobierno español no es una simple visita. Es la consolidación de la asociación estratégica hispano-marroquí. Es la continuación de la consolidación de los proyectos abordados en los dos viajes anteriores para materializar los 16 puntos de la Declaración de Rabat, del 7 de abril de 2022, y de la declaración de 2 de febrero de 2023 en Rabat.
Está bastante claro que mejorar los contactos diplomático, comerciales, culturales y de inversiones será primordial para reforzar la asociación estratégica entre ambos Reinos. Albares llega para profundizar en la consolidación de la hoja de ruta hispano-marroquí.