Rue20 Español/ Madrid
España reitera indirectamente que no permitiría que Argelia decidiera en las decisiones soberanas del Estado español. La decisión española de apoyar la marroquinidad del Sáhara y el Plan de Autonomía para el Sáhara es una decisión soberana.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha afirmado que aspira a tener buenas relaciones con Argelia, pero el problema está en Argel y no en Madrid.
Al ser preguntado por el estado de las relaciones bilaterales con Argelia, Albares respondió: «La mano de España sigue siempre tendida», explicó en una entrevista concedida a la Vanguardia hoy.
España aseguró más de una vez que defendería con firmeza sus intereses ante la violación por parte de Argelia del acuerdo de asociación con Bruselas, al proceder al bloqueo unilateral de las operaciones comerciales en ambos sentidos con España, desde junio de 2022.
Madrid defendería a las empresas españolas y sus intereses ante la decisión de Argel de bloquear el comercio entre los dos países, subrayó Albares en una entrevista con el diario »Ara», publicada en año pasado.
Estos bloqueos por parte de Argel son consecuencia del anuncio, el 8 de junio de 2022, de la suspensión del tratado de amistad con España, en protesta por la postura española de apoyo al plan de autonomía para el Sáhara marroquí, acto que fue calificado por España de injerencia en sus asuntos internos y soberanos.
«Con Argelia queremos exactamente lo mismo que con todos nuestros vecinos: una relación que se base en la amistad, el respeto y beneficio mutuo, en la no injerencia en asuntos internos», ha asegurado entonces el jefe de la diplomacia española.
La Unión Europea (UE) y la Comisión Europea (CE) había denunciado en repetidas ocasiones la violación por Argel del acuerdo de asociación con Bruselas.
El Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, vicepresidente de la CE Josep Borrell, afirmó entonces que las importaciones procedentes de España se han suspendido casi totalmente de facto, lo que es muy perjudicial para toda la relación entre Argelia y la Unión Europea.
«El estancamiento actual no beneficia a nadie», afirmó Borrell en 2022 en declaraciones recogidas por los medios de comunicación españoles.
