Rue20 Español/ Marrakech
Los trabajos de las Reuniones Anuales del Grupo del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) comenzaron el lunes en Marrakech, con la participación de la élite económica y financiera mundial para debatir los grandes temas relativos, en particular, a las políticas de financiación, el crecimiento económico y el cambio climático.
Este acontecimiento mundial, que vuelve a suelo africano 50 años después, brinda a los responsables económicos y financieros la oportunidad de examinar de cerca los avances y progresos realizados por Marruecos bajo el liderazgo ilustrado del Rey Mohammed VI en diversos ámbitos.
Señal inequívoca de la confianza de las instituciones de Bretton Woods en la capacidad de recuperación del Reino, bajo la dirección clarividente del Rey, la celebración de este gran evento en la Ciudad Ocre arrojará también luz sobre los grandes proyectos lanzados por Marruecos, como la generalización de la protección social y la reconstrucción de las regiones afectadas por el seísmo de Al Hauz.
Esta cita ineludible, que reúne a ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales de 190 países, es también una oportunidad para hacer oír la voz de África y de los países del Sur, así como para poner de relieve el compromiso inquebrantable de Marruecos con los países africanos, gracias a la Visión Real de la cooperación Sur-Sur.
El gotha financiero y bancario mundial tendrá así la oportunidad de abordar, enfocar y plantear mejor los problemas y retos que deben asumir los países del Sur, en particular los de África.
Durante toda una semana, Marrakech bullirá de reuniones a las que asistirán más de 12.000 participantes de todo el mundo, entre ellos unos 4.500 representantes de 190 delegaciones oficiales encabezadas por ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales.
Las Reuniones Anuales del BM/FMI incluirán la presentación de informes sobre las perspectivas de la economía mundial, así como actos paralelos en los que se debatirán diversos temas, como la crisis energética, el cambio climático, las migraciones, la cooperación internacional, la recuperación tras la crisis cíclica y la fragmentación política y económica mundial.
Para acoger este acontecimiento internacional, Marruecos ha desplegado importantes medios y movilizado todos sus recursos para garantizar el éxito de estas Asambleas, confirmando así su vocación de país anfitrión de eventos de renombre mundial.