RUE20 ESPAÑOL/ RABAT
Mohamed Abou Omar
La crisis diplomática entre Marruecos y Alemania crece cada día. Los amigos de ayer se ven alejados hoy por las actitudes alemanas contra los intereses estratégicos de Marruecos y su integridad nacional. En cambio, el Gobierno alemán dice que no tiene nada en contra de Rabat, y que su postura hacia la cuestión del Sahara no ha cambiado. Pero los movimientos de Berlín, tras la decisión estadounidense de reconocer la total soberanía de Marruecos sobre el Sahara, dejan mucho que decir. Esto lo saben los alemanes, por lo tanto, insisten en sus declaraciones en la cuestión del Sahara marroquí.
Sin embargo, el conflicto del Sahara sólo es uno de los factores que ha empujado a Rabat a suspender sus relaciones con Berlín, y convocar su embajadora, Zohur Alaui, en Alemania el jueves pasado.
Marruecos ha pedido muchas explicaciones y aclaraciones a Alemania. Ésta respondió en dos o tres frases. Aún no sabemos si se transmitieron algunas respuestas a Rabat vía los canales diplomáticos, pero sabemos que hubo ayer (viernes) una aclaración acerca de esta crisis creciente.
El portavoz del Gobierno alemán dijo ayer en una rueda de prensa que su Gobierno pidió explicación a Rabat sobre el contenido del comunicado del Ministerio de Exteriores marroquí y la convocación de la embajadora el jueves pasado. “Es bastante inusual y, desde nuestro punto de vista, no es un procedimiento muy adecuado para resolver una crisis diplomática”, añadió el portavoz.
De las declaraciones de los dos países, se deduce que la crisis va a durar mucho tiempo entre ambos países. Marruecos pidió explicaciones a Alemania, y la respuesta alemana ha sido pedir explicaciones a Marruecos.
Los orígenes del estallido de la crisis se remontan al 1 de marzo pasado cuando Rabat anunció la suspensión de «todo contacto» con la Embajada alemana en Rabat. El Ministerio de Exteriores marroquí, entonces, aclaró que «Debido a los profundos malentendidos con la República Federal de Alemania sobre cuestiones fundamentales del Reino de Marruecos, se ruega a los departamentos ministeriales y a todos los órganos que están bajo su supervisión que suspendan amablemente todo contacto, interacción o acción cooperativa, en cualquier caso o forma con la Embajada de Alemania en Marruecos”.
Ahí, se comenzó a averiguar las causas de la ruptura con la embajada alemana en Rabat. Había dos hipótesis: un posible espionaje alemán en Marruecos y la cuestión del Sahara. Finalmente, salió el mismo Ministerio de Exteriores marroquí para descubrir las verdaderas causas de la crisis. El último comunicado insiste sobre tres causas/ factores.
Primero, los movimientos alemanes en contra la marroquinidad del Sahara tras la decisión americana que reconoce la soberanía total de Marruecos sobre su Sahara. La decisión histórica americana cogió por sorpresa a la diplomacia alemana, la española y otras europeas. parece que Alemania, como líder de la unión europea, no aceptó ser enterada de la decisión americana por la prensa. por eso, maniobró en contra de la decisión.
Segundo, Alemania intenta minimizar la presencia y la influencia de Marruecos en la geopolítica regional, sobre todo, en la crisis libia. A nadie le escapa que Marruecos fue el primer sede, acogedor y mediador de las negociaciones entre las partes libias desde 2015.
El 17 de diciembre de 2015, las partes conflictivas libias firman el llamado Acuerdo de Sjirat (ciudad marroquí). Ese acuerdo fue la referencia y la hoja de ruta de todos los acuerdos y reuniones siguientes.
Pero a nadie se le escapa que Alemania organizó el día 19 de enero de 2020 una reunión acerca de Libia, al que invitó a todos los países vecinos e interesados, incluso Argelia. Pero excluyó a Marruecos, el primer acogedor de las negociaciones entre las partes libias.
El tercer factor, está más o menos relacionado con el espionaje. Marruecos acusa a Alemania de complicidad con el alemán de origen marroquí Mohamed Hajib “ex condenado por acciones terroristas”.
Hajib fue entregado por Alemania a Marruecos, y cuando cumplió una condena de 10 años de cárcel, volvió a Alemania. Rabat dice que transmitió una información sensible de inteligencia al Gobierno alemán, pero este último la compartió con Hajib.
A estas quejas marroquíes, responde Alemania con otras quejas, ya que dice que no entiende los reproches del Ministerio de Exteriores marroquí. Unas fuentes del Ministerio de Exteriores alemán han confirmado a Europa Press que no habían sido informados previamente de este desplante diplomático.
Las mismas fuentes alumnas alegan: «No comprendemos los reproches recogidos en el comunicado publicado por el Ministerio de Exteriores de Marruecos. Estamos muy sorprendidos por esta medida”.
Sin embargo, tanto el portavoz del Gobierno como las fuentes diplomáticas alemanas de Angela aspiran a resolver «de forma constructiva» la crisis diplomática abierta”.
Por su parte, Marruecos espera de Alemania una postura positiva tanto en la cuestión del Sahara como en los demás intereses marroquíes en la región. Marruecos no quiere perder sus relaciones con Alemania, pero no puede permitir que un país amigo se mueve y maniobra en contra de los intereses marroquíes.
Para terminar, tanto Alemania como España tienen que ver en Marruecos un socio estratégico en las buenas y las malas. Marruecos no se puede resumir en la lucha contra la inmigración y el terrorismo. Marruecos es un mapa indivisible y un actor insuperable en el nuevo orden regional pos pandemia.
En tiempos de crisis, la prudencia y el diálogo son armas cargadas de futuro. Los dos países tienen que convertir esta crisis diplomática en oportunidades. Alemania gana mucho con Marruecos y perderá muchos sin él. Lo mismo pasa con Marruecos.
