Rue20 Español / Mohammedia
La Unión Europea trabaja en dos frentes para frenar la ampliación de la afluencia rusa en el mundo. Los europeos están combatiendo contra Rusia en el flanco oriental de Europa tras la invasión de Ucrania, pero están obligados también a competir con Rusia en el flanco del Sur.
En los últimos meses, se ve cómo el enfrentamiento entre Europa y Rusia se traslada a África. Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, no cree precisamente que lo que está pasando en el Sahel sería un nuevo frente de la guerra de Ucrania, pero no oculta su preocupación por la gran presencia de Rusia en África.
«No creo que lo que ocurre estos días en Níger sea el resultado de una conspiración rusa. No vamos a echarles la culpa de todo a los rusos, aunque es evidente que se aprovechan de la situación. Lo de Níger es una asonada militar autóctona. Es una lástima: Níger era de los pocos ejemplos de transiciones democráticas en la región», dijo en una entrevista concedida hoy a El País.
Sin decirlo claramente, Borrell reconoce el crecimiento del sentimiento antifrancés y antioccidental en la región. Además llama a que Europa haga la autocrítica.
«Siempre hay que hacer autocrítica. Hay una guerra de propaganda muy potente. ¿De dónde salen de repente tantas banderas rusas en las calles del Sahel? A la vez, los europeos debemos hacer una revisión a fondo de nuestra política africana y comprometernos más con su desarrollo. En el Sahel no se ganarán guerras asimétricas e irregulares si no se gana la batalla del desarrollo. Esos países no han generado una dinámica de crecimiento que mejore las condiciones de vida. Nadie vio venir lo de Níger. Hay que hacer partenariados de igual a igual», agregó.
Borrell advierte de las consecuencias de una posible larga crisis en Níger y la región del Sahel ya que podría afectar a los países vecinos. «El Sahel es el punto de origen y tránsito de buena parte de la migración irregular. Es un riesgo claro. También lo son la amenaza yihadista y la potencial desestabilización para los países vecinos. Y el aumento de la influencia rusa, porque los mercenarios de Wagner son la guardia pretoriana de los dictadores militares africanos», explicó Borrell.
La Unión Europea espera que las negociaciones tenga éxito para evitar una intervención militar en Níger. «Es la hora de la verdad para África: soluciones africanas a problemas africanos. Los países vecinos de África occidental quieren seguir dando una oportunidad a las negociaciones diplomáticas. Ojalá tengan éxito. Un conflicto entre Estados tendría graves consecuencias», aseguró Borrell.
Borrell no dio pistas sobre cuál sería la respuesta europea si CEDEAO optara por la intervención militar en Níger. «Depende. Esa decisión les corresponde a los Estados miembros. Y me temo que esta vez será difícil la unanimidad», concluyó.