Rue20 Español/ Rabat
Lo mejor que le podía pasar a la cuestión del Sáhara marroquí, le ha pasado. EEUU ha dicho claro, alto y fuerte que el Sáhara forma parte de Marruecos y el Plan de Autonomía para el Sahara planteado por Marruecos desde 2007 es la solución más viable.
EEUU no tiene ninguna intención de retirar su reconocimiento total a la marroquinidad del Sáhara. Argelia y sus socios esperaban un cambio en la postura estadounidense tras la llegada de Biden a la Casa Blanca. La apuesta le salió rana al régimen argelino. Washington prioriza las relaciones bilaterales con Marruecos.
Otra cosa es que EEUU diga lo que el régimen quería escuchar cuando le invita a su casa. El Twitter del Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, sólo dice lo que quería escuchar el ministro de Asuntos Exteriores de Argelia, Ahmed Attaf, durante su visita hoy a Washington. Fue una declaración no de intenciones. Unas palabras que no le salieron del alma. Palabras que no tienen el valor de la sinceridad.
Además las palabras de Blinken desmienten el comunicado del Gobierno argelino en torno a la cuestión del Sáhara tras la reunión de Blinken y Attaf. En realidad, EEUU quiere mejorar su relación con Argelia pero no a costa de Marruecos que sigue siendo el primer y mejor aliado de EEUU en el Magreb.
Blinken «se reunió con el ninistro de Relaciones Exteriores de Argelia, AhmedAttaf, para discutir la asociación entre EE. UU. y Argelia y consultar sobre prioridades compartidas, incluida la estabilidad en el Sahel y una paz justa y duradera en Ucrania. También afirmamos nuestro pleno apoyo al proceso político de la ONU para el Sáhara Occidental», dice Blinken en un Twitter hoy.
En cambio, el comunicado argelino recurrió a la manipulación citando cosas que no han sido abordadas en la reunión. El Twitter de Blinken dice una cosa y el comunicado argelino dice otra. Primero, se publicó el comunicado argelino, y vino el Twitter de Blinken para desmentir lo publicado por Argelia.
Círculos vinculados a Argelia creen que la declaración de Blinken «es una clara victoria de la diplomacia argelina, y la preferencia del Departamento de Estado de EE. UU. por la propuesta de un proceso de autodeterminación bajo la supervisión de las Naciones Unidas».
Sin embargo, la cuestión del Sáhara ha sido completamente cerrada por el reconocimiento de la marroquinidad del Sáhara por parte de los Estados Unidos. Así la declaración Blinken no tiene ningún valor frente a la decisión política tomada y aprobada por su estado, y su declaración no es más que un cumplido a su invitado argelino, según varios interesados por el tema del Sáhara.
EEUU sabe muy bien que Argelia es un aliado estratégico de Rusia en el Norte de África. La reunión de Blinken y Attaf hoy podría ser un intento estadounidense de alejar tácticamente a Argelia de Rusia.
