Rue20 Español/ Rabat
Ismail El Khouaja
La ciudad ocre de Marruecos, Marrakech, se ha convertido en los últimos años en la Meca de las eminentes personalidades del mundo por la singularidad de su naturaleza, clima, arquitectura y la amabilidad de su gente.
El ahora presidente en funciones del Gobierno español, Pedro Sánchez, se ha sumado hoy martes a la lista. Una noticia sorpresa para muchos y doliente para otros pocos.
A pocos días de la celebración de las elecciones generales, en medio de extensos debates políticos para presentar investidura y formar el futuro Ejecutivo español, y a pocas horas de la Fiesta del Trono en Marruecos, Sánchez elige a Marruecos para pasar unos días de vacaciones. Cinco años en el poder, cinco visitas a Marruecos. Una cifra que habla por sí sola.
Las fotos de Sánchez y su familia echaron humo en las redes sociales marroquíes con comentarios llenos de alegría y de bienvenida que expresan la solidez de la asociación estratégica que mantienen los dos vecinos del Mediterráneo, sobre todo tras el apoyo del Gobierno de Sánchez a la marroquinidad del Sáhara, un giro histórico en la política exterior española para con Marruecos.
Mientras tanto, en Argelia, el la que Sánchez solo visitó una sola vez durante cinco años, esta visita turística se ha visto con cierto enfado y cautela. Está claro que Sánchez resta importancia a los comentarios que vienen del régimen argelino que ha preferido declarar la guerra a España tras su apoyo al Sahara marroquí.
Argelia hizo todo lo suyo para que Sánchez no ganara las elecciones generales del 23-j. No escatimó esfuerzos para manchar la imagen de Sánchez en prensa y en todos los discursos del presidente argelino, Abdelmajed Tebboune. Sin embargo, todo le salió por la culata al régimen argelino. Sánchez resiste y es el más candidato al gobernar España, pese a la victoria del PP.
Las decisiones del régimen militar aíslan cada día más a Argelia que está viviendo un fracaso total en su política exterior. Cambiar hasta cinco veces su ministro de Exteriores en menos de dos años es una prueba más que suficiente para ver la realidad del país vecino.
Es de destacar que el Rey Mohamed VI, el pasado sábado, volvió a tender la mano a Argelia, proponiendo la apertura de las fronteras y elevar el nivel de las relaciones, con motivo del 24 aniversario de la Gloriosa Fiesta del Trono.
