Rue20 Español/ Rabat
El ministro del Interior de Marruecos, Abdeluafi Laftit, ha afirmado en una respuesta parlamentaria que la tragedia ocurrida el 24 de junio de 2022 en la valla de la ciudad ocupada de Melilla demuestra que Marruecos «no puede luchar solo contra el problema de la emigración ilegal».
Siguiendo la práctica habitual en Marruecos, el suceso se trató de «una excepción» por el número de «agresores, que alcanzaron las 2.000 personas», y por el hecho de que el intento de acceso ocurrió durante el día, «lo que provocó una situación de pánico entre la población local, sobre todo los niños», explicó Laftit en la respuesta parlamentaria, fechada el pasado 25 de abril y hecha pública ayer, según EFE.
El ministro del Interior marroquí ha afirmado que «este ataque se caracterizó por una violencia excesiva por parte de los emigrantes ilegales, que usaron cuchillos, piedras, instrumentos cortantes y se enfrentaron de forma directa a las autoridades».
Ha indicado también que, «a pesar del carácter violento del ataque, las autoridades actuaron con una gran profesionalidad y mantuvieron la calma», y añade que 140 agentes resultaron heridos.
Laftit ha recordado que la Comisión Nacional de Derechos Humanos envió al lugar una comisión de investigación y «tomó nota del compromiso de las autoridades con el respeto de los derechos humanos, proporcionando atención médica a los heridos».
Lo ocurrido en la frontera entre Nador y la ciudad ocupada de Melilla «ha demostrado de forma factible que Marruecos no puede luchar solo contra el problema de la emigración ilegal, por lo que se debe fortalecer la cooperación bilateral, regional e internacional», concluye.