Rue20 Español/ Rabat
El ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, afirmó, ayer domingo en El Cairo, que la decisión de la Liga Árabe relativa al retorno de Siria a su familia árabe debe ser un estímulo para lanzar un proceso político que conduzca a una solución global y duradera de la crisis en este país, recordando a este respecto la visión del Rey Mohammed VI sobre la necesidad de contener las crisis y tratarlas en su marco apropiado.
En su intervención en la sesión dedicada al expediente sirio durante la reunión urgente de los ministros árabes de Asuntos Exteriores, Bourita subrayó que los esfuerzos realizados por el Reino de Arabia Saudí en este sentido, partiendo de la base de que el bien no viene con la división sino con la unidad y la complementariedad, harán de la próxima cumbre árabe de Yedda una verdadera oportunidad para la reunificación de las filas árabes.
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Bourita recordó en esta ocasión los lazos históricos entre Marruecos y Siria, enraizados en la sangre de los soldados marroquíes, sirios y árabes que se mezclaron y derramaron durante la guerra de octubre de 1973 para defender la integridad de este país árabe, recalcando que Su Majestad el Rey siempre ha prestado atención a la crisis siria y a sus diversas repercusiones, entre las que destaca la dimensión humana.
Tras deplorar el calvario, la violencia y los disturbios que afectan a este país milenario desde hace 12 años, el ministro precisó que esta crisis ha tenido un impacto negativo sobre la quietud de los sirios, sus condiciones de vida y sus aspiraciones individuales hacia horizontes amplios ofrecidos por la libertad, la apertura y la participación efectiva en los asuntos públicos, además del impacto de esta crisis sobre todos los países de la región.
Bourita destacó que el grupo árabe buscaba sinceramente desempeñar un papel en la extinción de las llamas de la escalada, pero la aceleración de los acontecimientos y las intervenciones extranjeras lo impidieron.
«Deberíamos preguntarnos para avanzar claramente en la vía correcta y duradera, si el regreso de Siria a la Liga de Estados Árabes es un objetivo en sí mismo, entonces es una percepción, y si el objetivo va más allá, entonces es otra percepción que hace de la Liga Árabe una de las salidas para la paz y la seguridad, y uno de los fieles socios de Siria para lograr sus aspiraciones de desarrollo y prosperidad», dijo el ministro.
Bourita añadió que «si estamos comprometidos con el principio de preservar la soberanía de Siria, su integridad territorial, la cohesión de su sociedad y la no injerencia en sus asuntos internos, como una de las constantes de nuestro trabajo, entonces el compromiso conjunto es una virtud y un deber, que se traduce en medidas concretas para demostrar la capacidad de abordar otras cuestiones acuciantes, para los propios sirios y para los países árabes y otros países, como el retorno seguro de los refugiados, facilitar la entrega de ayuda humanitaria y médica, poner en marcha el proceso de reconciliación nacional y combatir el terrorismo en todas sus formas».
El ministro concluyó que esto podría hacer que este dinamismo árabe hacia el expediente sirio fuera coherente con los esfuerzos del Enviado Especial de la ONU para Siria por lograr un avance en esta crisis con la ayuda de los propios sirios, de forma que se tenga en cuenta el interés del pueblo sirio y se evite convertir el país en un cenagal para dirimir cálculos políticos de partes externas.