Rue20 Español/Rabat
La revisión del Código de la Familia en Marruecos consolida la posición del país como «líder regional» en la modernización de su sistema legal y el fortalecimiento de los derechos de las mujeres y los niños, según afirmó el académico español Oliver Klein en declaraciones a la agencia MAP.
Klein subrayó que esta revisión responde a una de las prioridades establecidas por el Rey Mohammed VI desde su entronización: consolidar los derechos de la mujer y garantizar una mayor protección de los derechos del niño.
La reforma se enmarca en la continuidad de las transformaciones iniciadas por el monarca y representa un paso decisivo en la modernización social del país.
El académico destacó que los esfuerzos en el desarrollo de infraestructuras y servicios en todo Marruecos se complementan con esta reforma social, que coloca a la familia, pilar de la sociedad marroquí, en el centro de las prioridades nacionales.
Con esta iniciativa, Marruecos se posiciona como un «ejemplo a seguir» al demostrar que es posible avanzar hacia una modernización progresiva sin renunciar a su identidad cultural.
La reforma prioriza la igualdad entre hombres y mujeres, en línea con la Constitución y los compromisos internacionales de Marruecos. Representa un avance significativo en la legislación familiar y es fruto de un amplio consenso social sobre el papel crucial de las mujeres y los jóvenes en los procesos de cambio.
Klein resaltó la importancia del papel de la mujer en las transformaciones sociales y la aspiración de los jóvenes a modelos más abiertos y conectados con la dinámica global.
El académico elogió el enfoque participativo adoptado para la reforma, basado en un diálogo nacional que involucra a diversos sectores de la sociedad para que el Código de la Familia refleje las expectativas y necesidades de todos.
También destacó los esfuerzos de Marruecos por armonizar su legislación con las normas internacionales de derechos humanos, preservando al mismo tiempo sus especificidades religiosas y culturales.
Finalmente, Klein concluyó que este enfoque demuestra la voluntad de Marruecos de combinar tradición y modernidad, respondiendo a las aspiraciones de sus ciudadanos y a las exigencias contemporáneas, respetando su identidad cultural.