Rue20 Español/Rabat
Marruecos y Mauritania han firmado hoy un protocolo de acuerdo para fortalecer su colaboración en los sectores de la electricidad y las energías renovables.
El acuerdo, rubricado en Rabat por la ministra marroquí de Transición Energética y Desarrollo Sostenible, Leila Benali, y su homólogo mauritano, Mohamed Ould Khaled, se centra en la electrificación rural, la promoción de energías limpias y la armonización de las normativas eléctricas.
El protocolo contempla la implementación de proyectos conjuntos para electrificar zonas rurales, el intercambio de experiencias, tecnologías y mejores prácticas en gestión de redes y seguridad energética, y el fortalecimiento de capacidades a través de programas de formación.
Se busca, además, explorar la posibilidad de un proyecto de interconexión eléctrica para estabilizar las redes y mejorar el suministro.
La ministra Benali destacó que este acuerdo inicia una nueva etapa en la cooperación bilateral, especialmente en áreas estratégicas como las energías renovables, el hidrógeno verde y el desarrollo sostenible.
Subrayó el potencial conjunto de ambos países para desarrollar proyectos que impulsen un crecimiento económico y social sostenible, consolidando la integración regional entre África y Europa y reforzando la posición de África en la economía global.
Por su parte, el ministro Ould Khaled, en visita de trabajo a Marruecos, señaló que el acuerdo refleja las excelentes relaciones entre ambos países y su objetivo común de elevar la cooperación bilateral al nivel de las aspiraciones de sus jefes de Estado, el Rey Mohammed VI y el Presidente Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani.
Destacó el enorme potencial de ambos países para liderar en el ámbito de las energías renovables y la electricidad.
Las conversaciones entre ambas delegaciones también incluyeron proyectos estratégicos como el gasoducto Marruecos-Nigeria y la cooperación en energías renovables, particularmente en el sector del hidrógeno verde.
Ambos ministros coincidieron en que la cooperación bilateral se basa en una visión común de desarrollo sostenible y en la promoción de África como un continente con un excepcional potencial de crecimiento y prosperidad.