Rue20 Español/Rabat
Donald Trump ha prometido firmar más de cien órdenes ejecutivas en su primer día de regreso a la Casa Blanca, con la inmigración como prioridad principal.
Estas medidas, que abarcarán temas migratorios, energéticos y económicos, buscan revertir políticas implementadas durante la administración Biden-Harris y marcar la impronta del segundo mandato de Trump.
El expresidente, que se convertirá nuevamente en el 47º presidente de Estados Unidos, ha confirmado que al menos cien de estas órdenes se centrarán en la inmigración, incluyendo deportaciones masivas de migrantes indocumentados, la finalización del muro fronterizo con México y la creación de nuevos centros de detención.
Se estima que estas medidas costarán alrededor de 100.000 millones de dólares, un presupuesto que, según fuentes cercanas a la administración entrante, ya cuenta con el apoyo del Congreso, también dominado por los republicanos.
Las estrategias migratorias de Trump se asemejarán a las de su primer mandato, incluyendo la exigencia de que los solicitantes de asilo esperen en México y acciones policiales masivas para deportar a quienes se encuentren en el país sin estatus legal.
El asesor principal de Trump en materia de migración, Tom Homan, ha anticipado detenciones masivas en varias ciudades del país.
El senador republicano James Lankford ha indicado que el gobierno priorizará la deportación de aproximadamente un millón de inmigrantes que ingresaron recientemente al país, han sido condenados por delitos o han sido declarados no elegibles para permanecer en Estados Unidos por los tribunales.
Más allá de la migración, las órdenes ejecutivas de Trump también abordarán temas como el desarrollo energético, las normas laborales, las políticas de género en las escuelas y los mandatos de vacunación.
Si bien la firma de un gran número de órdenes ejecutivas en el primer día de mandato es común, la escala de la iniciativa de Trump es considerada sin precedentes en la historia moderna, representando un intento de ejercer el poder ejecutivo de manera significativa, eludiendo en parte el proceso legislativo del Congreso.
A pesar de las críticas que señalan el carácter simbólico de muchas de estas medidas, Trump busca establecer claramente el rumbo de su segundo mandato. En un mitin previo a su investidura, Trump aseguró que actuará con «velocidad y fuerza históricas» para resolver las crisis del país.
