Rue20 Español/Canarias
Francisco de Torres*
El inicio de 2025 es la antesala de un nuevo paradigma geoestratégico que ofrece grandes oportunidades a los que se adelantan a sus tiempos, sito en los albores de la esperada «paz comercial» inminente en Ucrania, gracias a la llegada de Trump y a su tradición de hacer negocios con Putin. Éste ya inició, conjuntamente con China su empuje logístico en África Central, abriendo dos grandes franjas territoriales a liderar en una nueva coyuntura: la crisis migratoria, que afecta directamente a la Unión Europea en primera instancia.
El nuevo Sahel por una parte, ya está en manos de sus líderes locales y de sus nuevos patronos. Esta franja representa el capital humano poblacional con mayor crecimiento en el cuarto norte de África. Empuja y se desplaza hacia el Norte, en busca de opciones laborales y de desarrollo, siguiendo en el referente Europeo, un estándar de bienestar personal o familiar.
Actualmente la capacidad de acogida de la U.E. se torna limitada sobre todo por motivos presupuestarios. Aunque se ofrezca solidariamente a situaciones de rescate social o humanitario, hay una realidad que se desprende y afecta a la intermedia franja árabe: existe una opción real de que millones de personas se puedan ver atrapadas en los países del Norte de África en su búsqueda del sueño europeo por no poder acceder a sus derechos. Rabat, ya se ha ofrecido a ser el maestro de ceremonias en un acercamiento hacia la consolidación de un modelo homogéneo de recursos y políticas territoriales.
El segundo bloque tiene a Marruecos a la cabeza, siendo el único país que está en disposición de liderar con talante cabal a sus homólogos. Dispone de ordenamiento jurídico y gobernanza estable. De los países árabes es el que mantiene un acercamiento transnacional e índices de desarrollo humano más avanzado en valores de comercio, transportes, sanidad, turismo y ámbito familiar.
Es, por tanto, que a nivel de diplomacia con el resto de las organizaciones supranacionales, el gobierno alauita se ha implantado en las Cortes Occidentales como un representante distinguido del mundo árabe. Rabat, ya se ha ofrecido a ser el maestro de ceremonias en un acercamiento hacia la consolidación de un modelo homogéneo de recursos y políticas territoriales.
Protagonizando una de las zonas de fricción intercontinentales más delicadas donde conjuntamente con España, ha concretado impulsar un nuevo acompañamiento entre el Magreb y la Unión Europea que incluirá estrategias para hacer frente los nuevos modus operandi utilizados por las mafias que se dedican al tráfico de migrantes, la gestión de fronteras o el refuerzo de la cooperación policial incluyendo investigaciones conjuntas, se ha erigido como agente esencial en la lucha contra la ilegalidad internacional de las mafias controladas por el comercio de seres humanos y de las drogas.
Es un hecho que bastantes europarlamentarios, consideran en su argumentario la afirmación de que el Magreb ahora desempeña un papel primordial como una gran comarca para la seguridad migratoria entre los países emergentes y el primer mundo. atribuyéndole con clasismo, el status de «zona de espera».
«La Marca del Magreb es un hecho consumado y es el momento de exportar su modelo hacia un Sahel que todavía presenta grandes carencias por la torpeza de sus políticas sociales y de comercio. Debe liderar un bloque unificado de países en cuanto al control migratorio, ya que dispone de los medios de gobernanza y organización necesarios representando para todos la Estabilidad Regional, atribuyéndose de la superioridad logística y táctica de medios civiles o militares en el liderazgo mediteraneo árabe, por encima de sus vecinos, manifestando pericia estratégica y altos niveles de protocolo institucional con las supraentidades nacionales UE, OTAN, Etc.».
Marruecos es en definitiva una metrópolis regional, ejemplo de equilibrio entre lo tradicional y moderno, que sin caer en las consecuencias chabacanas de las potencias Occidentales, dotado de estilo, maestría diplomática y éxito comercial, debe proponer un amplio conjunto de soluciones e innovaciones, como el desarrollo empresarial, el refuerzo en materia de seguridad y de forma muy especial, la gestión compartida y ordenada del fenómeno migratorio.
Es el momento de La Marca del Magreb .
*Francisco de Torres, presidente de SOCIAT-V. Sociedad Civil Atlántica y de Valores.
