Rue 20 Español / Malaga
La reciente denuncia publicada en Le Figaro sobre la persecución de los cristianos en Argelia pone en evidencia la creciente intolerancia religiosa bajo el régimen militar argelino.
«Le pasteur Youssef Ourahmane, vice-président de l’Église protestante d’Algérie (EPA), a même été condamné le 2 mai 2024 à un an de prison ferme pour avoir célébré un culte “non autorisé”», selon Guillaume Guennec, l’un des responsables de l’association protestante Portes… pic.twitter.com/V1Pw0qCNiY
— Le Figaro (@Le_Figaro) January 15, 2025
Este sistema autoritario, conocido por su opresión hacia las libertades individuales y colectivas, ahora dirige su maquinaria represiva hacia las minorías religiosas, en un claro atropello a los derechos humanos fundamentales.
Aunque la Constitución argelina proclama la libertad de culto, la realidad es diametralmente opuesta. El cierre de iglesias, los arrestos de fieles y las campañas de hostigamiento hacia quienes han optado por el cristianismo son una muestra de la estrategia del régimen para consolidar un control absoluto sobre la sociedad.
Le régime algérien, dirigé par une caste de généraux autoritaires, criminalise la conversion au christianisme. C’est une dérive supplémentaire d’un pouvoir vieillissant qui ne sait plus quoi faire pour maintenir ses petits privilèges ! Je condamne cette décision liberticide qui…
— Christian Estrosi (@cestrosi) January 15, 2025
Como destacó Guillaume Guennec, representante de la asociación protestante Portes Ouvertes, durante la presentación del último «Índice mundial de persecución de los cristianos», «las 47 iglesias protestantes cristianas evangélicas de Argelia están cerradas o bajo sellos oficiales», añadiendo que «el pastor Youssef Ourahmane fue condenado a un año de prisión firme por celebrar un culto considerado ‘no autorizado’».
El político francés Christian Estrosi, desde su cuenta en X (anteriormente Twitter), condenó enérgicamente estas prácticas represivas, afirmando: «El régimen argelino, dirigido por una casta de generales autoritarios, criminaliza la conversión al cristianismo. Es un nuevo desvío de un poder envejecido que no sabe qué más hacer para mantener sus pequeños privilegios. Condeno esta decisión liberticida que, una vez más, ilustra el abismo creciente entre una junta militar que acapara el poder y las riquezas del país, y una población que valora el respeto por las libertades individuales».
Toutes les églises protestantes évangéliques du pays sont désormais fermées.
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Este panorama sombrío en Argelia contrasta notablemente con la situación en países vecinos. En Marruecos, por ejemplo, el Estado ha trabajado activamente para fortalecer la convivencia entre diferentes religiones, promoviendo el diálogo interreligioso y protegiendo los derechos de todas las comunidades de fe. Marruecos se ha consolidado como un modelo en la región, donde las sinagogas y las iglesias se mantienen abiertas, y las minorías religiosas pueden practicar libremente su culto.
Mientras el régimen argelino perpetúa su política de exclusión e intolerancia, Marruecos destaca como un faro de estabilidad y respeto a la diversidad, una diferencia que la comunidad internacional no debería ignorar. La situación en Argelia afecta directamente a sus ciudadanos y proyecta además una imagen de aislamiento y represión que contrasta con los valores de apertura y convivencia que deberían definir a cualquier nación moderna.
