Rue20 Español/Tánger
Marruecos se consolida como pionero en energías verdes en el Norte de África, impulsando una ambiciosa transición energética que transforma sus sectores agrícola e industrial.
Con objetivos claros para 2030, el Reino desarrolla el ecosistema verde más avanzado de la región, según un reciente estudio del Middle East Institute (MEI).
El compromiso de Marruecos con la sostenibilidad no solo responde a la necesidad de un futuro energético más limpio, sino que también refuerza su competitividad económica.
El país ha adoptado un enfoque integrado, vinculando el desarrollo de las energías renovables con sectores clave como la agricultura y la industria.
La agricultura, que representa el 21% de las exportaciones marroquíes y consume el 89% de los recursos hídricos del país, se beneficia directamente de esta transición.
Proyectos de energía verde, como la desalación de agua y la producción de fertilizantes a base de amoníaco verde, se presentan como soluciones cruciales para la sostenibilidad del sector.
El Grupo OCP, gigante mundial del fosfato con el 73% de las reservas mundiales, ilustra este cambio. Con una estrategia de neutralidad de carbono para 2040, el OCP planea sustituir el amoníaco tradicional por amoníaco verde producido localmente.
Además, proyecta exportar entre 1 y 3 millones de toneladas de amoníaco verde al año, consolidando su posición en el mercado internacional.
La industria del automóvil también se ve impulsada por esta revolución verde. Marruecos desarrolla su sector de vehículos eléctricos (VE) y baterías asociadas, apoyándose en las energías renovables para proyectos innovadores relacionados con el fosfato y el ácido fosfórico para la fabricación de baterías de litio-ferro-fosfato (LFP).
El reciclaje de baterías, ya en marcha, también se basa en fuentes de energía verde, reforzando la autonomía del país en este sector estratégico.
La producción de metales verdes se suma a la lista de logros. En 2022, Marruecos produjo su primera carga de acero verde a partir de materiales reciclados y energías renovables. La inauguración en 2024 de una planta de valorización de residuos de aluminio abre el camino a la producción de aluminio verde, destinado a sectores como el automotriz y la aeronáutica.
El estudio del MEI destaca el papel fundamental de estas innovaciones para posicionar a Marruecos como un actor clave en las cadenas de suministro de energías renovables a nivel mundial.
El Reino se presenta como un modelo a seguir en la región, demostrando que la transición energética no solo es posible, sino que también puede ser un motor de crecimiento económico y desarrollo sostenible.